Dos bomberos comarcales para 24 municipios: las plantillas urgen personal para afrontar el verano

La población que se multiplica en los pueblos, las fiestas y los incendios forestales suponen un cóctel peligroso para los efectivos del rural, que urgen avances en la negociación del convenio colectivo un año después de iniciar sus protestas

Un momento de la manifestación de bomberos comarcales, el pasado mes de octubre.

Un momento de la manifestación de bomberos comarcales, el pasado mes de octubre. / FdV

Elisabet Fernández

Los dos bomberos de O Carballiño que atendieron el incendio de un camión en la A-52 llevaban cuatro intervenciones a las espaldas el día que decidieron acudir a esa alerta, a pesar de encontrarse por debajo de las ratios mínimas (tres efectivos). Uno de ellos empezó a encontrarse mal durante la emergencia. El fuego era complicado, se había extendido a masa forestal y apenas eran dos compañeros en el turno. Hormigueo, pupilas dilatadas... el bombero terminó en el suelo atendido por los servicios de emergencias. Sufrió un golpe de calor del que ya está recuperado.

El sobreesfuerzo y el estrés pasan factura a los profesionales de los parques comarcales, que temen la escasez de personal en una temporada –el verano– en la que aumentan las incidencias.

Los cuatro parques

Más población en los pueblos durante los meses de julio y agosto, fiestas masificadas e incendios forestales son un cóctel peligroso para el servicio ourensano, que urge avances en la negociación del convenio colectivo con Xunta y las cuatro diputaciones gallegas, de las que depende el servicio. De momento, los bomberos están cubriendo jornadas en las que apenas hay dos bomberos por turno. En el caso de O Carballiño, cubren las posibles emergencias que ocurran en 24 concellos de la zona. La situación se repite en los tres parques restantes (Valdeorras, que atiende nueve municipios; Verín, a ocho y Xinzo a once).

Fuentes de los bomberos comarcales de Galicia trasladan que en estos equipos están trabajando habitualmente tres bomberos, pero hay jornadas que, como en el caso carballiñés, solo son dos. Prevén más días con solo dos personas operativas en el turno en las próxima semanas. Entre todos los efectivos ourensanos atienden a más de medio centenar de municipios del rural ourensano.

Una huelga de siete meses

Se cumple un año desde que los bomberos comarcales de toda Galicia iniciasen una huelga prolongada durante siete meses para exigir más personal, mejoras rertributivas y material.

El pasado mes de febrero llegaron a un acuerdo con Xunta y diputaciones para negociar un convenio colectivo, después de sonadas protestas como la acontecida en octubre de 2023 frente a la sede de la Diputación de Ourense, que terminó con varios heridos tras la intervención de los antidisturbios frente a 200 manifestantes, que después dialogaron con el presidente provincial, Luis Menor.

Cuatro meses después de desconvocar la huelga, y con el verano ya iniciado, los bomberos comarcales no encuentran avances en ese diálogo con la administración. Los efectivos no han dejado de hacer sus turnos, pero en señal de reivindicación, se niegan a completar horas extra o cubrir bajas de compañeros.

La situación es “límite”

Esta lucha por lograr un convenio y no ceder a cumplir horas de más ya provocó el cierre de parques en la provincia durante varias jornadas por la falta de personal. La situación, advierten, es “límite”. “El nivel de estrés es muy alto”, añaden fuentes de los bomberos comarcales.

“Al final arriesgas la vida, y en verano es cuando más tenemos que hacerlo”, señalan los bomberos en referencia a situaciones como la de Carballiño, cuando los efectivos decidieron salir igual a la emergencia a pesar de estar bajo mínimos.

La situación del parque de Carballiño, que atiende a 24 concellos, se complica por el tránsito que genera la autovía. Es una zona de paso a Vigo y Santiago y, además, de gran número de vehículos que transportan mercancías peligrosas y con polígonos cerca. La posibilidad de una intervención se multiplica.

Es una cuestión de seguridad. Así resumen la importancia de un mínimo de personal para cubrir una emergencia los bomberos comarcales.

“Dejas a un lado tu seguridad por la vocación de servicio público, es un estrés muy grande. Para que una intervención sea segura, tres personas ya son muy pocas y llevamos muchos años así”.

La multiplicación de vecinos en el rural durante el verano, los eventos previstos de gran afluencia de gente (Istoria, Festa do Pulpo...) y los incendios forestales no son los únicos ingredientes del cóctel que temen en los parques comarcales de bomberos. Las altas temperaturas también generan mayor estrés en los trabajadores que, además, soportan como traje equipos de protección individual que, en los meses de julio y agosto, se hacen más pesados en el ‘horno’ ourensano.

La lucha para los bomberos comarcales de la provincia –y el resto de Galicia– sigue activa.

La Diputación avanza que las relaciones de puestos de trabajo están “casi rematadas”

Los sindicatos se reunieron esta semana con representantes de las cuatro diputaciones gallegas y la Xunta, entes de los que depende el servicio de los bomberos comarcales. En febrero de este año, los trabajadores acordaron desconvocar la huelga siempre y cuando avanzasen las negociaciones del convenio colectivo.

Por ahora, no han visto soluciones y urgen más personal para afrontar el verano, la temporada más dura, cuando las incidencias en las villas y las áreas rurales se multiplican. Está previsto que las negociaciones continúen la próxima semana.

Desde la Diputación de Ourense trasladan que “prosiguen las reuniones con los representantes de los bomberos, con avances en la negociación del convenio colectivo y las relaciones de puestos de trabajo, RPT, de cada consorcio casi rematadas”.

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