Doce mil ourensanos necesitaron ayuda de Cruz Roja para cubrir sus necesidades básicas

La entidad atendió a más de 18.000 personas en 2023, una de cada tres en situación de extrema vulnerabilidad | El plan de empleo favoreció la inserción laboral de 400 personas: “Es un factor determinante para la inclusión”

El comité provincial de Cruz Roja se reunió en la sede de la entidad el pasado jueves.

El comité provincial de Cruz Roja se reunió en la sede de la entidad el pasado jueves. / FdV

Los impactos económicos de la pandemia y la crisis de los precios que vino después con el aumento de la inflación han provocado una pérdida de poder adquisitivo en la población que se traduce en un Ourense más pobre. De esto dan cuenta los datos que anualmente trasladan entidades sociales como Cáritas Diocesana o Cruz Roja.

El comité provincial de esta última se reunió el pasado jueves para hacer balance de la actividad realizada y revisar la memoria de 2023 que arroja cifras similares a las de los años anteriores. Desde la oenegé señalan que los números que generó la pandemia en 2020 se mantienen prácticamente similares, o lo que es lo mismo, para miles de ourensanos no hay ni rastro de la tan ansiada recuperación económica.

Según se desprende del balance examinado, a lo largo del pasado año, un total de 18.090 personas necesitaron la ayuda de Cruz Roja Ourense a través de alguno de sus programas, a los que se añaden más de 8.600 que participaron en actividades de sensibilización como promoción de la salud, medio ambiente o juventud.

Es en el apartado de la inclusión social donde saltan las alarmas: más de 12.200 ourensanos necesitaron ayuda para cubrir sus necesidades básicas. Lo que se entiende por cuestiones vitales como la vivienda, los recibos de la luz, la alimentación o los medicamentos. Para muchos la situación es realmente grave. Según la memoria de Cruz Roja, un total de 5.642 ourensanos en estado de extrema vulnerabilidad acudieron a sus instalaciones para demandar ayuda. Esta cifra indica que prácticamente una de cada tres personas que acuden a esta organización se encuentran en grave riesgo de pobreza y exclusión.

400 personas lograron empleo

Uno de los factores determinante de esta situación de vulnerabilidad, es el desempleo, destacan desde la entidad, aunque no el único. En esta línea, el presidente provincial de Cruz Roja, Felipe Ferreiro, quiso destacar, precisamente, la importancia del trabajo para lograr la inclusión. Se refirió así a los datos “alentadores” del plan de empleo de la entidad que lograron insertar a cerca de 400 personas en el mercado laboral.

En concreto, 1.445 personas atendidas por Cruz Roja el pasado año participaron en cursos de formación y sesiones de orientación laboral en las que la entidad ha contado con las empresas como “grandes aliadas”.

Otro de los apartados en los que tiene especial presencia Cruz Roja es el de las personas mayores y cuidadoras, a las que también presta apoyo en este proceso. En 2023 los técnicos y voluntarios de la entidad atendieron a 2.918 personas en este colectivo. En el otro extremo, el de los jóvenes, la organización recibió a unas 2.800 personas, entre 6 y 30 años. Y en el ámbito de la infancia, a 2.600 niños de la provincia con diferentes necesidades.

Otro de los puntos fuertes de Cruz Roja es la cooperación internacional, pero también el apoyo a las personas de otros países que llegan a Ourense. El año pasado, la organización atendió a 1.113 inmigrantes y 228 solicitantes de asilo y refugiados.

De forma más detallada, la organización prestó atención a 224 mujeres en situación de dificultad social, a 1.258 desempleados o en precariedad laboral, a 95 reclusos o exreclusos, a 213 personas con discapacidad y a 1.717 con problemas de salud.

Felipe Ferreiro quiso incidir en que detrás de cada cifra, “de cada número que resume nuestra labor, hay mucha intervención de orientación, acompañamiento, formación e historias de vida”.

La atención a los refugiados absorbe el 33% de los fondos

Los integrantes del comité provincial de Cruz Roja aprobaron también en la sesión del pasado jueves las cuentas de 2023 de la entidad, un ejercicio en el que contaron con un presupuesto de 4,6 millones de euros, del que un 33% se destinó a la atención a las personas refugiadas.

El colectivo de personas mayores absorbe el 15,3% de los fondos, que se distribuyen también en programas de empleo (12,3%), infancia (7,9%), lucha contra la pobreza (7,5%), juventud (5%), salud y socorro, medio ambiente, cooperación internacional y formación.

Las fuentes de financiación también son diversas, siendo la principal las subvenciones del Estado, que nutren el presupuesto de la entidad en un 28,5%. Le siguen, casi al mismo nivel, las cuotas de los socios (24,8%), la prestación de servicios (13,2%), las subvenciones de la Xunta (11,6%), las ayudas privadas (5,2%), el fondo social europeo, las subvenciones de concellos, de la Diputación y donaciones.

Por último, el presidente provincial, Felipe Ferreiro, agradeció la implicación y apoyo a todos los miembros del comité y a los presidentes comarcales de Cruz Roja por su trabajo diario, así como a las administraciones públicas, al tejido empresarial ourensano, a las más de 10.300 personas y empresas socias, y a los más de 2.700 voluntarios que colaboran puntualmente con la organización, así como a los 94 que conforman el cuadro de personal laboral.