“Hay referentes que no se pueden perder”

Tras 45 años de actividad, el decano de Educación e Traballo Social, Xosé Manuel Cid, afronta su retirada con el reto de publicar las biografías de los maestros republicanos

Xosé Manuel Cid, junto al rector Reigosa, recibió el homenaje de sus alumnas en la graduación de Educación Infantil, el 7 de junio.

Xosé Manuel Cid, junto al rector Reigosa, recibió el homenaje de sus alumnas en la graduación de Educación Infantil, el 7 de junio. / Alan Pérez

Pedagogo, investigador y un referente en el campus de Ourense. Xosé Manuel Cid, profesor del área de Teoría e Historia da Educación y decano de la Facultade de Educación e Traballo Social, inicia su retirada de la primera línea tras 45 años de actividad en los que fue vicerrector de Extensión Universitaria y ha formado parte de sucesivos equipos decanales.

No se va del todo de la que ha sido su segunda casa, el edificio de Ferro, porque todavía disfrutará de un año sabático que dedicará a poner orden a todo el material documental y testimonial que ha ido recopilando en más de cuatro décadas dedicadas a la formación de maestros, educadores y trabajadores sociales, pero también a la lucha por un campus digno y a la recuperación de la memoria de decenas de maestros de la República represaliados y a los silenciados que protagonizaron la renovación pedagógica anterior a 1936 a los que dedicó gran parte de su trayectoria investigadora .

“No quiero deshacerme de nada, cualquier papel tiene significado”, dice mientras cuenta que la secretaria del decanato, Raquel Iglesias, le guarda “para sus memorias” hasta las servilletas de papel o los boletos de la quiniela en los que a veces le lleva anotaciones de reuniones por convocar. “Ningún papel me sobra, veré cómo trasladar todo y me dedicaré a organizarlo”.

“Guardo con extraordinario cariño los libros que me venían a traer los maestros republicanos"

Algo de cierto hay en lo que dice Raquel porque Xosé Manuel Cid dedicará esta nueva etapa a “hacer lo que uno sabe”, que es reflejar por escrito todo el conocimiento que atesora un pedagogo vocacional y un investigador empeñado en dar voz a aquellos que fueron acallados. “Guardo con extraordinario cariño los libros que me venían a traer los maestros republicanos, libros de hace un siglo que ya abordaban temas que aun hoy siguen siendo utopías, textos de derechos del niño, de educación sexual, de educación moral… de los que nos gustaría no tener que hablar hoy en día porque fueran ya cosas normales. Como aquel libro titulado ‘La paz por la escuela’, del año 1927, tan previsor con respecto al fascismo que vino después”, comenta el decano.

Xosé Manuel Cid, junto al monumento de Vicente Risco, en el barrio de A Ponte. |   // ALAN PÉREZ

Xosé Manuel Cid, junto al monumento de Vicente Risco, en el barrio de A Ponte. / Alan Pérez

“Quiero entroncar mis 45 años de historia con esa renovación pedagógica de antes del franquismo porque también se lo debo a ellos. Tuve muchas conversaciones con maestros de aquella época, pero no grabé nada. Podré reproducir lo que tengo en la cabeza y alguno de esos documentos que me trajeron. Pero, probablemente, me quedó la asignatura pendiente de hacer alguna biografía completa, sobre todo a aquellos más destacados”, detalla.

Referentes actuales

Pero no solo los maestros de la República merecen este reconocimiento, matiza, porque también hay referentes en el momento presente y sobre los que ya se ha redactado alguna tesis en su facultad. Se refiere a figuras como Marcos Valcárcel, Benito Losada o el Padre Silva. “Son palabras mayores, y alguno, como Benito, no tiene todavía un símbolo que lo recuerde. Marcos tiene un centro que nos recuerda todo lo que aportó a la cultura, pero a Benito, que fue el educador social por excelencia, no solo de Ourense, sino también gallego y estatal, lo mencionas hoy y los alumnos prácticamente no saben de quién les hablas. Hay mucho que hacer todavía por la educación en Ourense, para no perder estos referentes”, apunta.

"Benito Losada, que fue el educador social por excelencia, no tiene todavía un símbolo que lo recuerde"

El “traslado de domicilio” que organizará durante este año sabático de transición entre la docencia y la jubilación no lo desligará por completo del centro porque todavía tiene trece tesis doctorales en marcha, varias de ellas en Portugal. “Quiero seguir en contacto con la investigación, seguir de cerca el trabajo de gente que ya acabó la tesis y de profesorado con proyección para hacer auténticas maravillas en el pensamiento y prácticas educativas”, señala.

Homenaje de su alumnado

De lo que se ha ido desprendiendo durante estas últimas semanas es de las labores de gestión que acumulaba tanto en la facultad como en diversas comisiones y el programa de doctorado. También ha convocado elecciones para dar relevo en el decanato y el pasado 7 de junio recibió, a modo de despedida, el homenaje del alumnado de Educación Infantil en el acto de graduación. Cid cedió su puesto en la mesa a las vicedecanas y las egresadas le impusieron la banda de graduado y lo sentaron junto a ellas en las butacas del salón Marie Curie. “Fue un sorpresón enorme”, confiesa.

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