La vuelta a casa de Los Ramones

La estatua de Ramón Conde regresa tras su restauración | El escultor destaca que la humanización del entorno y la nueva peana de acero corten le darán “más vistosidad”

Ramón Conde supervisa la reinstalación de su obra Los Ramones. |   IÑAKI OSORIO

Ramón Conde supervisa la reinstalación de su obra Los Ramones. | IÑAKI OSORIO / S. DE LA FUENTE

A finales de abril, y coincidiendo con los trabajos de humanización del entorno, la estatua Los Ramones, obra del escultor Ramón Conde, se bajaba de su soporte de piedra para viajar a Madrid y someterse a un proceso de restauración. La pieza, instalada en 1994 en la céntrica plaza que se forma al cruzarse las calles Ramón Cabanillas y Valle-Inclán, es un homenaje a ambos escritores. Tras casi tres décadas, la emblemática obra de grandes dimensiones necesitaba una puesta a punto.

Este lunes, después de dos meses y medio fuera de casa, la escultura llegó a la plaza, donde será montada en las próximas horas. El propio Ramón Conde supervisa los trabajos y señala que “puede llevar varios días”, ya que, aprovechando el proyecto de humanización y la retirada de la pieza se unificará el conjunto sustituyendo la base de piedra por acero corten, el mismo material que la escultura, añadiendo un peldaño más.

"La idea es integrar la obra en su pedestal pero también en el espacio”

Ramón Conde

— Escultor

“La obra gana en vistosidad, va a parecer que se agranda. La idea es integrar la obra en su pedestal pero también en el espacio”, señala el autor. De hecho, el proyecto que desarrolla el Concello de Ourense en este entorno incluye el desplazamiento de la estatua a dos metros de su ubicación original, en una zona que será semipeatonal.

Un espacio para el descanso y la tertulia

“Es una tendencia en todas las ciudades que empezó Pontevedra y ahora todas van en esa línea de devolver las ciudades al peatón y disminuir el tráfico”, destaca. Valora, además, que la nueva escalinata “invita a sentarse, creando un hito de descanso y tertulia” en una zona antes dominada por el tráfico. De hecho, las obras consisten en la renovación de servicios, ampliación de aceras y reordenación del tráfico en las calles Valle-Inclán, Ramón Cabanillas y Bedoya.

"Las obras, en cierto sentido, son también el entorno que dominan. Ganará en potencia y protagonismo”

Conde recuerda que, antes, la estatua estaba en una isleta y “todo quedaba dominado por la altura de los edificios”. Ahora, añade, “al suprimir gran parte de estos elementos, visualmente da sensación de amplitud”.

Sobre cómo afectará este cambio a la emblemática obra, su autor sostiene que, “sigue siendo lo que era”, y apunta que “las obras, en cierto sentido, son también el entorno que dominan”. En este caso, “al ser más unificado y claro, adquiere una potencia y un protagonismo que antes no tenía”, concluye.