Baltar renuncia a la Diputación tras la presión del PP para relevarlo pero sigue al frente del partido

Su decisión da carpetazo a 33 años de baltarismo en esta institución pero se aferra a la presidencia del PPOU

Se abre una etapa de incertidumbre sobre la gobernabilidad del Pazo Provincial que ansían populares y PSOE  

Imagen de archivo de Manuel Baltar en un pleno de la Diputación.

Imagen de archivo de Manuel Baltar en un pleno de la Diputación. / Brais Lorenzo

R.O.

El presidente en funciones de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, ha anunciado este miércoles que renuncia a ser diputado provincial y, por tanto, candidato a la reelección en esta presidencia, cediendo así a los largos meses de negociaciones y presiones desde el PP para relevarlo en el cargo y dejarlo fuera de las instituciones gallegas. Baltar mantiene por ahora el liderazgo al frente del PP de Ourense, del que no piena desprenderse, aun cuando otras fuentes del partido reclaman un congreso tras el verano para sucederle en este cargo orgánico.

Con la renuncia de Baltar, que él mismo hacía oficial a las 13 horas en un comunicado público, se da carpetazo a 33 años de baltarismo al frente de la Diputación,  una saga que inició su padre entre 1990 y 2012 en la presidencia,  que ostenta su hijo en los últimos 11 años, y cuyo modelo político, el baltarismo,  era un antiguo objetivo a eliminar desde el PP nacional.

La presión para que dejara la Diputación se hizo más acusada en los últimos meses, tras polémicas como la suscitada por la multa y juicio por posible delito penal contra la seguridad vial que se le imputa, tras ser detectado conduciendo su coche oficial en Zamora a 215 kilómetros por hora.

Fue una presión que fuentes del propio PP calificaban como “caza mayor”, como adelantó FARO, pues la orden de eliminar a Baltar de la Diputación procedía de las altas —y en algún caso antiguas— jerarquías del partido aún con mucho poder en Madrid, presiones que Baltar desoyó de forma reiterada. De hecho, y como demostración de su poder en la provincia, el día 31 de marzo pasado se  postulaba como candidato a la presidencia de la Diputación, rodeado de todos sus alcaldes y presentaba un programa de 100 medidas de gobierno, algo inaudito en el resto de diputaciones de España. El PP le ofreció incluso el Senado o la Eurocámara –este su previsible destino de futuro– pero no aceptó.

La presión del PP contra el barón provincial pasó al nivel de amenazas. Feijóo no quería nuevos escándalos y titulares adversos protagonizados por su presidente provincial en Ourense que afectasen a su campaña a las generales del 23-J, en la que el de Os Peares se lo juega todo para llegar a La Moncloa.

 Así que Baltar, que había mantenido contactos con el líder de DO y alcalde en funciones, Gonzalo Pérez Jácome, para garantizarse la mayoría en la Diputación, claudicó antes de lo previsto y emitió hoy un comunicado de renuncia en el que, en primera persona, ha anuncaido que “descarto formar parte de la próxima corporación provincial de Ourense”, pero se pone a disposición del partido para seguir trabajando para conseguir que el PP, y en concreto Alberto Núñez Feijóo, gane las próximas elecciones generales.

En ese comunicado oficial, Manuel Baltar explica que “la política es responsabilidad y es estabilidad. Descarto formar parte de la próxima corporación provincial y no tomaré posesión de mi acta como concejal de Esgos. Este paso no disminuye, en absoluto, mi compromiso por Ourense. Como presidente provincial del PPdeOU seguiré luchando como siempre por el futuro de esta provincia, con el inminente reto de contribuir a la llegada del ourensano Alberto Núñez Feijóo a la presidencia de España”.

En este sentido apuntó que, como presidente en funciones de la Diputación de Ourense, “también trabajo para facilitar que la Diputación provincial tenga un presidente o presidenta del Partido Popular, la única formación política que concurrió a las elecciones de 28 de mayo con un proyecto provincial a desarrollar para seguir impulsando Ourense”.

En un gesto de humildad que era impropio hasta ahora por parte de un barón provincial que presumía hace días de otra victoria histórica en las municipales, sus más de 76.000 votos en la provincia para el PPdeG, Baltar señaló que lo que prima ya “es el interés general,  por eso la configuración de las corporaciones locales no es una cuestión de nombres, sino de siglas y de proyectos”.

Pelea por la Diputación

Hace unas semanas, fuentes del partido señalaban a FARO que entre las cuestiones con las que el PP estaba tratando de forzar la retirada de Manuel Baltar se encontraban las informaciones que habían pasado supuestamente al diario Público que, con profusión de datos, exhibía originales de antiguas multas de tráfico: hasta 11 sanciones al coche oficial que suele conducir Baltar por exceso de velocidad, o conversaciones de Whatsapp y en audio del hermano del presidente de la Diputación que dejaban entrever una presunta “trama familiar” de financiación ilegal del PP y mordidas a empresas.

Otra puntilla para el presidente provincial fue la noticia en el mismo diario de que la hija y esposa de un exchófer de la Diputación,  ambas ajenas a esa institución, eran las que conducían el vehículo del presidente cuando este había sido multado por exceso de velocidad en otras provincias españolas.

El PP le avisó que tenía más artillería y Baltar deció irse, pero se va solo de la Diputación. Ahora queda otra guerra, la de la gobernabilidad de la Diputación, que se disputan el PP como partido más votado, con 12 escaños de 25 a solo 1 de la mayoría, y el PSOE, cuyo secretario de Organización en Galicia, José Manuel Lage habló con contundencia ayer y dijo que no le vale solo que cambie el presidente de la Diputación, “tiene que cambiar el color político que lo preside”.