Ilunion automoción

José Manuel Montenegro Misa, secretario general de la sección sindical de CC OO Benteler

Mi nombre es José Manuel (Mon), trabajador del sector de la automoción desde hace más de 20 años y representante de los trabajadores más de 15. El fin de este artículo es hacer un llamamiento a la Autoridad Laboral, pero también porque soy padre de un niño con discapacidad y simplemente me asusta el pensar que el día de mañana mi hijo tenga que petar en una puerta como la de esta “empresa”.

Hablar de la “empresa” Ilunion en la automoción, es hablar de precariedad laboral en todo su esplendor. Esta “empresa” que dice ser sin ánimo de lucro, tenemos que recordar que presume y hace valer su condición de realizar una labor de reinserción laboral sobre las personas con discapacidad...

Nada más lejos de la realidad, porque para hacer dicha labor debería tener un filtro, es decir, una persona que no tiene visión en un ojo no puede trabajar de carretillero, o una persona con discapacidad por problemas de espalda no puede estar cargando cajas como si no hubiese un mañana. Podría seguir poniendo casos, pero se haría muy largo el artículo.

“Sin ánimo de lucro”, dicen. Cabe recordar las innumerables ventajas fiscales que tiene esta “empresa”, no cotizan a la seguridad social por sus trabajadores, cada vez que hacen un contrato indefinido el Estado les paga entre 10.000 y 12.000 euros entre otras ventajas. Se saltan todo tipo de leyes laborales y su propio convenio, bajo amenaza y coacción con sus trabajadores como, por ejemplo, por ley no pueden realizar horas extra y por su convenio podrían realizar 8 horas al mes (conozco casos de hasta 80 horas mensuales). Los delegados de CC OO lo hemos denunciado, pero ¿qué pasa? pues que la rentabilidad es tan alta, que pagan la multa y le cambian el nombre a las horas extra, ahora se llaman “solape”.

Esta precariedad laboral ha llamado la atención del todo poderoso Stellantis, que ha visto un filón en este tipo de “empresas” de multiservicio implantándolas en su factoría y obligando a sus proveedores a que hagan lo mismo. Todo esto conlleva a que empresas como en la que yo trabajo realicen externalizaciones en muchas secciones de nuestras plantas, sin importar temas tan importantes como la seguridad y/o calidad, ni muchísimo menos la degradación laboral que supone a los trabajadores de dicha sección, simplemente todo se reduce a productividad y abaratamiento de costes. Lo manda y ordena nuestro amado líder Tavares, que no hace otra cosa que apretar el cinturón de sus trabajadores y proveedores, mientras el cobra la friolera de 100.000 euros al día, por no hablar de las constantes amenazas al sector, primero Portugal, luego Marruecos y ahora voy a internalizar producto. Pero bueno, esto daría para otro artículo.

En Ilunion no existe reinserción laboral de ningún tipo, aquí lo que pasa es que se aprovechan de la necesidad de la gente, sea discapacitado o no y cobrando unos salarios indignos.