Opinión | Mira Vigo

La promoción jesuita del 69-70

La promoción jesuita del 69-70

La promoción jesuita del 69-70

Mirad qué ordenada apostura la de estos olívicos varones, ya talluditos ellos aunque apostamos doble contra sencillo que recuerdan la primera vez que se vieron en los Jesuitas y aquella en que se despidieron como promoción colegial 1969-70, con el Mayo Francés a la espalda. Ahí están tras la comida de confraternidad en el hotel Rías Bajas de Pontevedra, o más bien antes por la disciplina organizativa que en general exhiben. El suyo fue el penúltimo Preu del Estado español.

Daniel Calá: la vuelta hoy al Castro del artista más duradero de Vigo

De nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia, igual que la calandria que azota el vendaval. Esta es una letra de una vieja zamba que bien podría cantar con su guitarra y con toda propiedad Daniel Calá y es que hoy mismo, queridos míos, renace por enésima vez con su nuevo show a las 21.30 y nada menos que en el café bar El Castro. Sí, sí, en la cima del monte que corona Vigo y que ya fue con él hace 42 años un referente en la movida de los 80 por la vidilla que le dio y los artistas que por allí pasaron, como Mercedes Sosa, Rafael Amor, Fermín Fierro... hasta el mismo Mago Blake por citar 4 entre decenas. Mucha ilusión la que dice tener este argentino de toda la vida en Vigo por el reencuentro con viejos amigos y, aunque sabe que ahora las cosas no son como entonces, ahí estará planteando este encuentro como el de una peña que se reunirá todos los jueves y que convoca a las gentes que gusten de la música de todos los tiempos, como Nicola Di Bari, Charles Aznavour, Matt Monro, Adamo, Aute, Roberto Carlos, Serrat, Sabina... además de músicas de Sudamérica, tangos y boleros. En su larga y agitada vida nocturna, Daniel Calá trajo a Vigo a incontables artistas, y ahí sigue.

Nace Vigo por la Igualdad: contra la violencia de género, pero no solo con el femenino 50 por ciento

Aún está por nombrar su Junta Directiva pero ya dio el pistoletazo de salida con la charla que impartió hace unos días Roberto Barba, director xeral de la Xunta contra la violencia de Género. Lo supe por la exconcejala Marian Martínez, que no está en el grupo pero amadrinó sus primeros pasos públicos. Doy aquí la noticia del feliz alumbramiento de la asociación Vigo por la Igualdad, un movimiento por la igualdad, los derechos LGTBI y contra la violencia de género que surge de diferentes mujeres que piensan que la igualdad implica no solo trabajar con ese 50 por ciento que es la población femenina sino de la mano del otro 50 por ciento que son hombres. En ello están (aún falta mucho por hacer) gente como la diseñadora digital María José Míguez , Soledad Fernández (que ya trabaja como presidenta en Crisalis con el colectivo Trans), la farmacéutica Aránzazu Moreno, el abogado Guillermo Iruegas, la medioambelista Arantxa Mañas (gerente de PMA Nutrigras) y la técnica en documentación sanitaria Raquel Pérez Souto. Quizás, pronto, en O Morrazo.

La mayor carrera clandestina de la ciudad: la de los pisos turísticos

Una comunidad de propietarios del barrio viejo se acaba de enterar de que uno de sus pisos, en el primero, comprado ocultando tal intención ya que el vendedor no aceptaba compradores que lo destinaran a uso turístico por solidaridad con el resto de los vecinos, es ya piso turístico. Uno de sus vecinos consulta la página de la Xunta para comprobar si está dado de alta y su sorpresa fue mayor cuando halló por azar que también figuraba como tal otro en el mismo inmueble, igualmente sin informar a la comunidad de propietarios. Aprovechando las fisuras de la ley y corriendo como locos para no entrar en nuevas normativas más rigurosas que los van a imposibilitar, respaldados en ese increíble derecho a veces devastador para la comunidad de propietarios a no declarar su uso e incluso engañando para distraer la atención mientras se tramita, hay en Vigo una carrera voraz y clandestina: la de los pisos turísticos.