Opinión

Óscar Vázquez Abelleiro*

En la parte alta de la rueda

Todo el que conozca la referencia hacia un elemento considerado cíclico sabe que se alternan momentos de bonanza y momentos de las denominadas vacas flacas. Su parte alta que tanto cuesta alcanzar y su parte baja, a la que cuando te precipitas es toda una caída libre.

Añadirse a un proyecto ganador es muy sencillo pero llegar a un sitio cuando estás en la parte baja de la rueda requiere de coraje, confianza, personalidad y, sobre todo en este caso, por un sentimiento de arraigo muy fuerte.

El tenis siempre ha sido en la Estrada un deporte practicado a la sombra del todo de poderoso fútbol, el deporte rey en nuestro país. Si echamos la vista atrás podemos ver momentos históricos de afluencia en el tenis pero en mi humilde opinión nada comparado con los actuales 150-160 usuarios que en A Estrada a día de hoy empuñan regularmente una raqueta y eso es fruto del trabajo incansable de personas que muestran una pasión descomunal por este deporte.

Hace no mucho me preguntaron qué haría yo ahora mismo y mi respuesta fue clara, algo diferente a lo que hicieron los demás porque lo que hicieron ellos ya sabemos que nos lleva al fondo de la rueda.

Y casi sin quererlo con el paso de los años la solución ya estaba sobre la mesa, el tan recurrido a ADN en el mundo del deporte se instauró también en toda una generación que vende muy cara su piel, podemos perder pero no podemos rendirnos, podemos caer pero estamos obligados a levantarnos... da igual como de grande sea la montaña que buscaremos los apoyos y las herramientas para subirlas.

Hoy quiero con estas líneas agradecer el trabajo incansable de Miguel Sánchez y Daniel Rivas las dos personas que desde hace cuatro años capitanean un proyecto que el tiempo al final dirá si es ganador o no, pero lo que no se pondrá en duda es la entrega de sus jugadores y jugadoras, el ADN del guerrero.

*Entrenador y jugador de tenis.