Opinión | DESDE MI ATALAYA

29 años del fallecimiento del pintor Manolo Torres

El próximo viernes se cumple el 29 aniversario del fallecimiento del genial artista marinense, ocurrido el 10 de mayo de 1995. Artista polifacético, que practicó todo tipo de arte, desde el dibujo, el óleo, la acuarela, el grabado, la escultura, y que llevó toda su vida experimentando métodos como el óleo rasado, el monotipo, la caricatura, el dibujo humorístico, etc. etc., sobresaliendo en todos ellos, llegando a ser uno de los destacados artistas de la pintura del siglo pasado, y que formó parte de la llamada generación de los “renovadores” de la pintura gallega. Además de cultivar la literatura y el periodismo. Gran amante de las artes y de su villa natal.

En ellos últimos años de su vida, se le hizo una exposición, que recorrió toda Galicia, y dada su amistad con don José Filgueira, que fuera director del museo de Pontevedra, decidió donar toda su obra al museo, con una condición, que parte de ella fuera destinada a los marinenses para su exposición permanente, que el mismo eligió, de tal manera que pudieran contemplar la amplitud de su arte. El museo de Pontevedra, aún en vida del artista, creó la “Sala Torres” en el edificio Sarmiento, donde se colgaron una buena selección de sus obras y alguna escultura, la más importante la “Maternidad, en piedra. Sin embargo, fallecido el artista, y a pesar de las promesas de dedicar una sala en el sexto edificio, al día de hoy, no se sabe nada de ello, y exclusivamente pueden contemplarse una docena de los cientos de obras que les donó. Y ni siquiera han dedicado ninguna actividad para difundir la obra de este gran artista. Así es como el museo provincial agradeció su donación. Verlo para creerlo.

En cuanto a su legado a los marinenses, fruto de la intervención de su familia, el ayuntamiento creo el Museo que lleva su nombre para exponer toda la obra donada, sin embargo, pasados los primeros años, ahora se dedica a todo tipo de exposiciones de cualquier orden, contraviniendo la obligatoriedad de dedicarlos a la exposición permanente de sus obras. Nosotros, sus familiares, pretendimos hacer del “Museo Torres”, un lugar donde acogiese todas sus modalidades artísticas, para convertirlo en el museo referencia de la obra del artista, como él desearía, y ofrecimos la posibilidad de adquirir esculturas, grabados y todas sus pertenencias, para concentrar en Marín, su variada obra. Pero pasados más de cinco años, todavía no hemos tenido una contestación clara del ayuntamiento. Lo qué traducido al idioma coloquial, quiere decir que no tienen interés por ello. Lo que nos produjo desengaño, al tiempo que una gran decepción. Que en su villa natal nuestros gobernantes no tengan interés en conseguir que el “Museo Torres”, sea referencia de su obra, para contemplación y estudio. De modo que así es como se comportar los responsables de la difusión de su obra. Cosas veredes.

Nos suponemos que, en este 29 aniversario de su muerte, estará maldiciéndose porque a su generosidad y su altruismo, no le corresponden con su voluntad que él tuvo al donar toda su obra. Al menos ese es el pago que se aprecia viendo lo que hacen los que aceptaron, y por lo tanto son responsables de su donación para divulgarla y ensalzarla.

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