Moaña aprueba el proyecto del ascensor de Ramón Cabanillas, pero sigue sin fondos para ejecutarlo

El gobierno da cuenta en el pleno para justificar la subvención Ágora | El coste de la actuación se eleva a 3,5 millones

Boceto de humanización de Cabanillas con el elevador (dcha.). |   // FDV

Boceto de humanización de Cabanillas con el elevador (dcha.). | // FDV

El proyecto de mejora de conexiones y de accesibilidad entre la parte alta y baja de Moaña en Ramón Cabanillas, que promovió en el anterior gobierno bipartito el entonces concejal de Mobilidade, el socialista Rodrigo Currás, y para el cual se había recabado apoyo del prestigioso arquitecto portugués Álvaro Siza,volverá a pleno. Pero será más una cuestión formal, de cumplimiento de plazos con la Diputación para justificar la subvención Ágora a la redacción del mismo, que un avance en su ejecución. Los 3, 5 millones del coste del proyecto, que incluye la instalación de un ascensor en la zona de A Martinga, lo hacen difícilmente viable para un Concello como el de Moaña, aunque la alcaldesa, Leticia Santos, tampoco renuncia y asegura que tendrán que buscar financiación específica a nivel de Europa para poder sacarlo adelante. Reconoce que se trata de un proyecto muy grande y ambicioso.

Por lo de pronto, lo que se lleva a pleno es dar cuenta del último acuerdo de la junta local de gobierno, relativo a la aprobación del proyecto, que elaboró el arquitecto coruñés Carlos Seoane González, vinculado a Siza. El proyecto tuvo un coste de unos 50.000 euros y se financió con cargo al Plan Ágora de la Diputación.

El propio autor califica la actuación de “acupuntura urbana” con diferentes estrategias para reducir el uso del vehículo motorizado privado y favorecer la accesibilidad de las personas. Actúa sobre un ámbito que incluye la zona de A Martinga, travesía da Martinga y áreas de A Bouza y Canexa. Prevé pasar en A Martinga de los 865 metros cuadrados actuales de zona peatonal a 1.214 y reducir el espacio actual de vehículos, de 2.285 metros cuadrados a 1.938.

Proyecta la humanización del tramo de la travesía Ramón Cabanillas entre A Martinga, en donde está restaurado un lavadero, y el cruce de A Canexa, que era el centro de la villa a mediados del siglo XX y pasó ser un barrio con aspecto de trasera, para conseguir un cambio de escena,con tráfico rodado y peatonal mixto, con preferencia de este último. El tráfico rodado tendría limitada la velocidad. Proyecta la creación de sendas peatonales con eventual asistencia mecánica (elevador para personas) para favorecer esa sustitución del vehículo privado.

Contempla la extensión de la actual calle peatonal de Cándida Lago-A Canexa con uso peatonal preferente a nivel combinado. En la actuación se eliminan semáforos y la regulación del tráfico sería con preferencia peatonal.

La concejala de Mobilidade, Dolores Chapela,asegura que el proyecto puede tener encaje realizándolo en parte y conectándolo con el desarrollo urbanístico de la Finca Pazó, en la parte alta, del que la promotora ya ha presentado el Plan Especial de Reforma Interior (PERI).

Suscríbete para seguir leyendo