tRIBUNA LIBRE

Una bandera de aviso

Lo que ocurre este verano en Cangas con las banderas azules y el servicio de socorrismo no sé si explicarlo como un antes y un después en el modelo futuro que el BNG de Araceli Gestido quiere establecer en el municipio, con el apoyo de sus socios de gobierno, para evitar arenales masificados, como lo hicieron también eliminando las podas masivas de los árboles de los jardines y de las calles. Ya dijo el concejal de Medio Ambiente, Antón Iglesias, en un pleno que por él ponía vallas para que los de fuera no vinieran a las playas. Otra explicación no puedo encontrar a que se tiren por la borda tres banderas azules, que además habían sido solicitadas desde el mismo Concello, y que este verano no se izarán en Areamilla, Liméns y Menduiña por falta de socorristas.

Partidarios o no partidarios de las banderas azules, estas enseñas dan una imagen de seguridad en los arenales, que no plena, y atraen a visitantes que dejarán sus ingresos en la hostelería o en el comercio local.

Tiempo tuvo el gobierno local de Cangas para planificar el servicio de Salvamento de playas y haber contado ya desde el día 1 de julio, con el inicio de la temporada, con todos sus puestos en las seis playas. ¿Es real el argumento de falta de un presupuesto y de la falta de subvenciones para no haber logrado socorristas para cubrir los seis arenales? ¿O es verdad lo que argumenta el PP?

El tripartito ya cumplió un año al frente de Cangas y aunque la aprobación de los presupuestos municipales de 2024 les ocupó gran parte de su tiempo, lo cierto es que también les distrajo de algunos de los grandes objetivos. Cangas es un municipio de 38 playas y la concejalía que las atiende debe empezar la temporada a pleno rendimiento y con la previsión suficiente. Si el servicio de limpieza de playas comenzó y funcionó como tenía que ser ¿por qué socorrismo no?