Cuatro familias de Tirán denuncian los ruidos del gimnasio con el que comparten una nave

Piden al Concello de Moaña que tome medidas

Alegan que sufren “ansiedad” desde el año 2022

Algunos de los once vecinos “afectados” por la actividad y que presentaron denuncias administrativas.

Algunos de los once vecinos “afectados” por la actividad y que presentaron denuncias administrativas. / GONZALO NÚÑEZ

Once vecinos de Tirán residentes en cuatro viviendas anexas a una nave llevan años quejándose al Concello de Moaña por los ruidos que sufren, desde que el uso de este bajo y anexo a las casas se transformó en un gimnasio de CrossFit a principios del 2022. “Soportamos durante horas la música muy alta y constantes ruidos de caída de pesas, neumáticos y otros elementos pesados”, lamentan.

Durante este tiempo alegan que trataron de llegar a un acuerdo con los propietarios del gimnasio, que sí habrían puesto medidas de reducción de ruidos pero según los vecinos son “insuficientes”. Presentaron entonces denuncias particulares ante el Concello y recurriendo a una abogada, el pasado 29 de abril, una denuncia administrativa colectiva.

Se quejan de que el Ayuntamiento no haya tomado medidas al respecto pese a que en los expedientes constan mediciones de decibelios que arrojan resultados de “51 dB en los dormitorios y 65 dB en el exterior” cuando el límite legal en horario diurno –de 7.00 a 23.00 horas– es de 40 y 60 dB respectivamente.

La propia comunidad de propietarios realizó una nueva medición en noviembre del 2023 “con resultados que siguen superando los niveles máximos establecidos”.

Esgrimen dos mediciones acústicas en las que se superan los límites legales

Por ello, alegan que el gimnasio incumple, presuntamente, “la normativa vigente” y causa “un grave perjuicio a los vecinos integrantes de esta comunidad”. Se reclama al Concello el inicio de un procedimiento sancionador contra el establecimiento requiriéndoles “la adopción de medidas acústicas que fuesen precisas y, en su caso, la inmediata suspensión de actividad”.

La comunidad de vecinos espera que estas denuncias administrativas le permitan recuperar la normalidad en sus viviendas sin necesidad de pasar a una demanda civil. En sus escritos de quejas individuales las familias que se consideran afectadas alegan que “debido a los ruidos y vibraciones ocasionadas desde la apertura del gimnasio, los residentes sufrimos ansiedad además de ocasionarnos malestar y probablemente daños en la estructura del inmueble”.

Suscríbete para seguir leyendo