Domaio se harta del estado del vial a Chan da Arquiña, destrozado y que “no es de nadie”

El vial de subida a la mámoa de Chan da Arquiña y los miradores del Monte Faro, la montaña más alta de O Morrazo, data de los años 70 y desde entonces nunca fue reparado. Su asfaltado inicial lo ejecutó un organismo ya desaparecido de la Diputación y sin lograr las respectivas cesiones “como se hacían antes las cosas”, lamentan los vecinos. Con el paso de las décadas ninguna administración asume su titularidad. El Concello de Moaña no lo tiene inventariado igual que el de Marín, por donde pasa uno de sus tramos. Como consecuencia el firme se encuentra totalmente destrozado y cada año la situación empeora. La paciencia de los vecinos de Domaio llegó al límite y ayer residentes en el barrio de San Lourenzo y representantes de colectivos como la asociación vecinal y la comunidad de montes acudieron a la zona para llamar la atención sobre el tamaño de los baches que hacen la subida intransitable para la mayoría de los coches.

Sillas giratorias para un mirador a la ría de Vigo

“Yo vivo en la última casa de San Lourenzo. Antes utilizábamos esta subida para acudir a Pontevedra, bajando por Figueirido, pero desde hace unos tres años es imposible ya recorrer este trazado”, lamenta Sergio Nogueira.

Desde los comuneros el presidente, Rubén García, explica que “sabemos que el Concello tiene las manos atadas porque no tiene inventariada la carretera, pero hay que buscarle una solución como sea” y el presidente de la asociación de vecinos, Luis Varela, recuerda la reunión que las alcaldesas de Moaña y Marín tuvieron en la zona hace varios años, lo que llevó a que Moaña encargase un presupuesto que dejaba clara la necesidad de desmontar y reconstruir por completo toda una pista de más de dos kilómetros de longitud. “Entendemos que debe asumir la titularidad la Diputación o la Consellería de Medio Rural, porque conecta dos municipios”, apunta Varela.

Los comuneros ya aprobaron en asamblea que cederán todos los tramos que atraviesan el monte comunal a la institución que asuma la vía para su reparación y anuncian que remitirán escritos a la Diputación de Pontevedra con firmas de vecinos y el apoyo también de las comunidades de Meira y Santomé de Piñeiro (Marín), parroquias unidas por esta vía.

Los dos miradores turísticos adaptados en los últimos años por los comuneros con ayudas del GDR, incluyendo las ya icónicas manos giratorias del artista Yosi Fervenza, atraen a miles de visitantes cada verano a la zona y se suman a la mámoa, que es un Bien de interés Cultural (BIC). Sin embargo, las quejas de los visitantes son constantes “y raro es el mes en el que no tienen que subir varias grúas para rescatar a coches dañados”. De hecho, los vecinos recuerdan como “antes en Chan da Arquiña había excursiones de clubes de jubilados o de colegios y ahora ya es imposible que suban con un autobús”.

Los comuneros tienen también proyectado un módulo de barbacoas que cumplen con la normativa para la prevención de incendios forestales en el monte, “pero la ejecución está parada porque no tiene sentido invertir más de 40.000 euros cuando hay tanta dificultad para acceder al área recreativa”.

El estado del trazado es tal que las señales que anuncia el dolmen están pintadas de negro, con la intención de reducir el número de visitantes.

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