Alfombras florales

El Corpus de Bueu desafía al asfalto

La festividad contó con medio centenar de tapices pero muchos espacios vacíos

El centenario del Celta, un yacimiento romano o el mar, entre los motivos elegidos

El corpus de Bueu y sus alfombras florales

Marta G. Brea

Bueu celebró ayer el Corpus, una de sus citas más importantes del año –no en vano es Fiesta de Interés Turístico de Galicia desde 2017–, con medio centenar de alfombras florales, animación musical y actos religiosos duplicados, con misa y procesión alrededor de la iglesia parroquial por la mañana, y adoración y procesión por las calles del centro por la tarde.

Lo hizo en una jornada marcada por el buen tiempo, pero también por la predominancia del asfalto sobre los tapices, de los espacios vacíos sobre aquellos cubiertos por un manto vegetal. En el mundo de las alfombras florales el tamaño importa, y aunque el número de diseños expuestos no difería en exceso del de otros años, sí se noto mucho más la falta de continuidad en el recorrido en calles como Pazos Fontenla, en el barrio de Banda do Río o incluso en Montero Ríos, donde solo había una solitaria alfombra, la del Museo Massó.

El centenario del Celta, el descubrimiento de un yacimiento romano en Italia, el deporte, el mundo del mar o los personajes de cómic fueron algunos de los motivos escogidos por los alfombristas, que en su mayoría apuraron la elaboración de los tapices para que ya estuvieran listos durante la mañana y pudiesen recibir a los vecinos y visitantes que se acercaron por Bueu. El día tuvo uno de sus primeros puntos de atención en la misa solemne de las 12 de la mañana, a la que siguió una procesión alrededor del templo parroquial, en lo que fue una de las novedades de este año. La imagen del Santísimo pisó un tapiz de 30 metros cuadrados a la salida de la iglesia con la imagen de una hostia partida, un cáliz y una espiga de trigo.

Más tarde, el interés se concentró en las calles del centro del municipio, especialmente en la peatonal de Eduardo Vincenti, prácticamente cubierta en la totalidad de su primer tramo por diez alfombras, algunas de ellas entre las que despertaron mayor interés. La más llamativa, sin duda, fue una inspirada en el descubrimiento de unos frisos de época romana en Italia. Sobre el suelo se reprodujeron, entre otras escenas, una batalla naval o el cuerno de la abundancia, además de la licencia creativa del escudo de Bueu con una corona en relieve y la utilización de flor fresca (clavel, margarita y paniculata) como elemento destacado.

Una de las alfombras más llamativas, en Eduardo Vincenti.   | // MARTA G. BREA

Una de las alfombras más llamativas, en Eduardo Vincenti. | // MARTA G. BREA / César Collarte

El tapiz escolar elaborado el sábado por los niños en base a las figuras del cartel de Marc Taeger compartía espacio con varios diseños florales –entre ellos la del Concello de Bueu–, con una de motivos marineros con una casa y una barca junto al mar, y con otra en la que se rendía homenaje al Celta y Luisa Villalta, la escritora protagonista del Día das Letras Galegas de este año.

Diseños de pequeño formato

En Banda do Río había una docena de diseños, la mayoría de pequeño formato, con mención especial a la alfombra del altar instalado en el cruce con Francisco Escáneo, no tanto por el diseño en sí, con la figura de una mujer, sino por los materiales utilizados, con conchas teñidas de dorado que no pasaban desapercibidas a las personas que paseaban por el lugar, y que creaban un efecto óptico con los rayos del sol. No faltaron tampoco las habituales referencias a animales, las alfombras de varios establecimientos de la zona o la de Os Galos.

Procesión matinal en torno a la iglesia parroquial de Bueu.   | // FDV

Procesión matinal en torno a la iglesia parroquial de Bueu. / FdV

Más allá de algún tapiz en Francisco Escáneo, un total de 21 se instalaron en Pazos Fontenla, si bien de forma bastante discontinua. Figuras geométricas, flores y animales convivían con alguna deportiva (la de Galaicas y una de voley playa), así como con otra de carácter ochentero, recordando tiempos pretéritos. En el tramo situado entre Alexandre Bóveda y Francisco Escáneo –cortado al tráfico únicamente en un carril– se pudo ver otra alfombra en relieve formando las olas y el cielo como base para colocar un cuadro sobre ellos.

La procesión de la tarde pasó por todos estos puntos para colocar el cierre a los actos religiosos y dar paso al fin de fiesta, en el que estaba prevista la actuación de la orquesta Los Españoles en la verbena que se iba a realizar en As Lagoas.