El misterio de la Santa Rita de Moaña

La iglesia románica de San Martiño y la historia de la parroquia original de Moaña está llena de misterios, que poco a poco se van resolviendo gracias al trabajo que durante años realizó el investigador y cronista oficial de la villa Manuel Uxío García Barreiro y que ahora resuelve el heredero de su gran archivo, Mauro Pérez. El último de ellos es la autoría de la imagen de Santa Rita de Casia, que fue mal atribuida en un inventario realizado en 1981 por la empresa Gautier Hispania. Mañana es el día de Santa Rita y aprovechando la fecha el joven investigador explica que, tras un largo estudio y contrastar con varios expertos, se puede afirmar con casi total seguridad que detrás de esta talla está el escultor santiagués José Rivas, “considerado el imaginero más importante del siglo XX en Galicia. No tendría, por lo tanto, su origen en el siglo XIX atribuido a Agustín Querol, como se decía en esta catalogación, sino que sería de 1931 o ligeramente posterior.

El heredero del legado de Manuel Uxío García

Y es que las investigaciones sitúan esta adquisición en una donación más de la vecina Josefa Freire, que recibía importantes rentas de Argentina y realizó grandes donaciones a la iglesia de San Martiño en esos años. Todo se remonta a una imagen de la Virgen de Los Dolores, sufragada por Freire, y que llegó a las páginas de FARO de VIGO el 11 y de enero y el 13 de marzo de 1931, relatando que se elaboró “bajo la dirección del conocido escultor Sr. López Pedre, de Vigo” y después señalando que la “magnífica imagen de La Dolorosa” era “admirada por el público en los escaparates de la Casa Álvarez, en la calle del Príncipe, y destinada a Moaña.

Sin embargo, esta obra no gustó nada entre los parroquianos de San Martiño. La donante, entonces, intentaría compensar de esta contrariedad con la compra de otra figura. La elegida fue Santa Rita de Casia, “ascendida a los altares en 1900 y con un culto incipiente en Galicia”. Se puede datar de comienzos de la década de los 30 del siglo pasado.

La donante decidió “apostar por lo seguro” y para ello contactó con José Rivas, al que ella misma encargara el Cristo del famoso Desenclavo de San Martiño y la Virgen de La Soledad, ambas en 1927. También eran obra de este autor y sus tallas “tenían un enorme éxito”. Por este motivo me aventuro a atribuir la imagen de Santa Rita a José Ribas”, apunta el joven investigador que señala que seguirá trabajando para poder confirmar totalmente esta atribución en el futuro.

En la investigación fue clave el parecido entre la cara de la Virgen de la Soledad y la de Santa Rita así como el parecido con la Santa Rita elaborada por el propio Rivas para la iglesia de San Bartolomeu de Pontevedra. “El parecido entre ambas es notable, en la postura, el rostro, el aro y el vestido. Este último elemento, junto con la forma de la cara, es clave, pues las dos imágenes tienen las mismas mangas largas y las mismas ondas en el vestido, además de compartir el color dorado en la misma zona”.

Expertos

Para su trabajo de campo el moañés Mauro Pérez se puso en contacto con Paulo Blanco, que está realizando una catalogación de la obra de José Rivas y apoyó su teoría. También coincidió con él el divulgador en redes sociales y gran conocedor de la imaginería religiosa José Rabasco.

A mayores, el heredero del archivo de Manuel Uxío García Barreiro, se puso en contacto con el especialista en la obra de Rivas, Antón Niñe, que este año publicó el primer libro sobre el escultor santiagués. El propio Niñe compartió esta teoría con el catedrático de Historia del Arte de la Universidade de Santiago de Compostela Juan Manuel Monterroso “que también cree que la Santa Rita de Moaña podría provenir del taller de José Rivas”.

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