La flota cierra otra campaña del pulpo para olvidar y afronta con preocupación los dos meses de veda

El mal tiempo lastra las capturas, que sufrieron un pronunciado bajón desde el mes de enero

Dos marineros desembarcan ayer las nasas y las apilan en el puerto de Bueu por el inicio de la veda.

Dos marineros desembarcan ayer las nasas y las apilan en el puerto de Bueu por el inicio de la veda. / Gonzalo Núñez

Otra campaña para olvidar. La flota del pulpo comenzó ayer una veda que este año se prolongará dos meses y a la que se llega con malas sensaciones debido al descenso en las capturas. Un bajón que se atribuye especialmente al mal tiempo y a los temporales de los últimos meses, pero que tampoco oculta que la presencia del cefalópodo en el mar no es la esperada. “Hay zonas en las que se ve cría, pero hay otras en las que no hay nada. En lugares con 50 o 60 brazas de profundidad no hay pulpo y eso es malo porque el pulpo viene de fuera, no viene del monte”, resumía ayer con resignación un naseiro con base en el puerto de Bueu.

Las condiciones adversas en el mar han sido prácticamente una constante hasta el cierre de la campaña. En esta última semana la flota apenas pudo trabajar y en la lonja de Bueu las capturas no llegaron siquiera a los 600 kilos. Ayer los barcos que salieron del puerto lo hicieron para recoger las nasas que tenían caladas en el mar y que según el plan de explotación deben volver a puerto durante la veda.

La campaña recién finalizada se abrió con unas capturas de casi 21.000 kilos en julio de 2023, unas cifras que no se volvieron a repetir. Agosto y septiembre fueron meses malos, especialmente el primero, con menos de 4.000 kilos. Durante el otoño y la primera parte del invierno la situación mejoró notablemente: 12.400 kilos en octubre, más de 18.000 en noviembre, 10.200 en diciembre y se rozaron los 11.200 en enero. A partir de entonces las capturas experimentaron un pronunciado declive y en abril no se llegó siquiera a los 5.000 kilos.

El sector no oculta su preocupación porque a pesar de que se ve cría en el mar no hay tanta como cabría esperar. “A ver que pasa a partir de julio”, expresan algunos marineros con una mezcla de resignación e incertidumbre.

La veda que comenzó ayer se prolongará hasta el 1 de julio y será la más larga de los últimos años, en los que habitualmente el paro duraba alrededor de un mes y medio.

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