El acusado por el asesinato de Tirán espera por las pruebas de ADN desde hace 7 meses

La intervención de la Guardia Civil en la casa tras descubrirse la escena del crimen.

La intervención de la Guardia Civil en la casa tras descubrirse la escena del crimen. / SANTOS ÁLVAREZ

La tragedia que salpicó la parroquia moañesa de Tirán el 3 de julio de 2021, con el asesinato de la vecina Cándida Soaje de 72 años en su propia casa, todavía se encuentra en plena investigación. El único acusado es Balbino S.E., cuyo domicilio, cerca del de la víctima, fue registrado horas después del crimen y, tras pasar a disposición judicial, quedó en prisión provisional sin fianza mientras seguían las investigaciones y a la espera del juicio definitivo. Las pruebas de ADN que solicitó el pasado verano todavía no se han realizado y la defensa del detenido requirió por escrito en dos ocasiones al laboratorio celeridad con este trabajo, al ser clave en un caso que mantiene a un hombre en prisión. De momento no hay fecha para conocer si los restos de ADN recogidos en la casa del crimen se corresponden o no con Balbino S.E.

El propio acusado, que tenía 60 años en el momento de la detención, reconoció ante el juez que había pasado cerca de la casa del crimen, en el barrio de Vilela. En su domicilio se encontraron cuerdas pero al parecer no se corresponden con las utilizadas en el crimen. Y es que la vecina apareció muerta en su casa con evidentes síntomas de violencia, al haber sido atada del cuello contra el pasamanos de unas escaleras. Fue su propio hijo el que se encontró la escena tras forzar una ventana lateral con la ayuda de un vecino, después de que su madre no atendiese a sus llamadas y encontrarse con la puerta bloqueada al tener las llaves por dentro.

En los primeros días de investigación la Guardia Civil tomó declaración a un segundo sospechoso, aunque finalmente descartó su participación y Balbino S.E, que antes de pasar a disposición judicial estuvo 72 horas en los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, pasó a convertirse en el único acusado, con la hipótesis de un robo fallido como explicación principal.

Sin embargo, el titular del Juzgado número 1 de Cangas decidió no dejar en libertad condicional a Balbino S.E. aludiendo a la “alarma social” que causaría su liberación, pese a que su defensa entiende que no existen todavía “pruebas concluyentes” de su autoría.

Los vecinos de la casa del crimen explicaron, tras lo sucedido, que la víctima incluso había ayudado económicamente y varias veces al detenido.

Suscríbete para seguir leyendo