Reconocimiento simbólico

¿Existe un Estado de Palestina? ¿Cuáles son los territorios que reconoce España y quién los gobierna?

Aunque la mayoría de países que reconocen a Palestina se guían por las fronteras previas a la ocupación israelí, en realidad apenas hay territorios bajo control palestino real

Una mujer observa la desolación tras el ataque al campo de refugiados de Rafah.

Una mujer observa la desolación tras el ataque al campo de refugiados de Rafah. / Khaled Omar / Europa Press

Andrea López-Tomàs

Este martes 28 de mayo España, junto a Noruega e Irlanda, se unirá a la lista de 143 países que reconocen el Estado de Palestina. La decisión tomada por el Gobierno de Pedro Sánchez, coordinada con sus homólogos noruego e irlandés, es más bien un gesto simbólico con mayor relevancia diplomática que efectos jurídicos sobre el terreno. Además, el anuncio deja varias dudas por responder, sobre todo cuáles son los territorios palestinos incluidos en el reconocimiento y a las relaciones con los diferentes actores gobernantes palestinos. Aunque la mayoría de los estados que reconocen a Palestina se guían por las fronteras previas a 1967 y a la ocupación israelí, la realidad sobre el terreno es otra muy distinta, con apenas territorios bajo control palestino real.

Reconocer el Estado de Palestina, por lo tanto, implica reconocer el derecho del pueblo palestino a la soberanía sobre Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, y la Franja de Gaza. Pero la verdad es que esta soberanía no es una realidad sobre el terreno. El primer territorio lleva más de medio siglo bajo ocupación israelí y el segundo sufre desde hace quince años el bloqueo israelí-egipcio. Ahora, durante los últimos ocho meses, el enclave palestino es escenario y objetivo de una de las guerras más feroces de la historia moderna. “Más bien, como fuerza ocupante, el régimen israelí mantiene un control de facto sobre ambos territorios y controla efectivamente todo lo que entra y sale, incluidas las personas”, constataba hace unos días la codirectora de la red de política palestina de Al Shabaka, Yara Hawari, en Al Jazeera.

La Autoridad Nacional Palestina

Ambos territorios están, jurídicamente, desde 1994 bajo el mandato de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), creada durante los Acuerdos de Oslo. En enero del 2013, esta organización administrativa autónoma adoptó el nombre oficial de Estado de Palestina. Pero, como afirma Hawari y tal y como comprueban a diario miles de palestinos en sus tierras, su control es muy limitado. Los Acuerdos de Oslo fragmentaron la Cisjordania ocupada en tres: el área A, bajo control civil y policial de la ANP; el área B, bajo control civil de la ANP y control militar conjunto con Israel; y el área C, bajo control militar exclusivo y control civil casi total de Israel. En los últimos años, el expansionismo colonial liderado por los gobiernos conservadores ha reducido al territorio bajo control palestino a la excepción, apenas unas pocas islas separadas por carreteras y puestos de control y asentamientos israelíes ilegales de acuerdo al derecho internacional.

Territorios bajo control palestino.

Territorios bajo control palestino. / EPC

Desde el 2005, tras la muerte de Yasir Arafat el año anterior, la ANP ha estado presidida por Mahmud Abás. A las puertas de cumplir los 90 años, su mandato ya ha expirado. El también conocido como Abu Mazén no ha convocado elecciones desde entonces, pese a sus múltiples promesas de hacerlo. El líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del partido Fatah, nacido durante el mandato británico de Palestina, es un político tremendamente impopular. A su avanzada edad y su amplio historial de corrupción, se le suma la coordinación de seguridad con Israel, que deja en completa desprotección a los palestinos de la Cisjordania ocupada y que Abu Mazen también aprovecha para deshacerse de las voces palestinas críticas en su contra.

Popularidad de Hamás

Ya antes del ataque del 7 de octubre, el partido islamista Hamás recibía mucho más apoyo popular que el secular Fatah. En marzo, el 65% de los palestinos pensaba que la ANP era una carga para el pueblo palestino, de acuerdo a un sondeo del Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas. Las enemistades entre ambos partidos vienen de lejos, pero su punto más álgido fue en el 2006. Entonces, Hamás ganó las últimas elecciones parlamentarias para la ANP, y Fatah, junto a Israel y Estados Unidos, rechazó el resultado, saboteando el gobierno del partido islamista. Miembros de ambas facciones combatieron en las calles de la Franja de Gaza, dejando decenas de muertos, cientos de heridos y una rivalidad que persiste hasta el día de hoy.

Desde entonces, Hamás gobierna de facto el enclave palestino. La división de los territorios palestinos que Israel tanto había incentivado se convirtió en una realidad sobre el terreno: Cisjordania quedó en manos de Fatah y Gaza de Hamás. Entonces, empezó el bloqueo israelí-egipcio de la Franja que se extiende hasta la actualidad. Además, Israel conquistó Jerusalén Este en 1967 y se la anexionó en 1980, aunque este movimiento no ha sido reconocido internacionalmente. De facto, el Estado hebreo controla toda la ciudad santa, considerándola su capital, mientras que el Estado de Palestina ha declarado a Jerusalén Este como su propia capital, aunque sus oficinas están en Ramala.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dicho en un artículo en El País que “el Estado palestino debe ser viable, unificando Gaza y Cisjordania bajo la misma Autoridad Palestina, con un corredor entre ambas, con salida al mar, y con su capital en Jerusalén Este”. Pero voces críticas tachan este escenario de utopía frente a la realidad en el terreno. Muchos los palestinos consideran a la ANP una entidad corrupta, represora de su propio pueblo y aliada de Israel, mientras que Hamás no muestra intención de abandonar la Franja de Gaza. Y lo más importante: el actual Gobierno de Israel difícilmente permitirán la creación de un Estado palestino real.

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