El consumo de pescado acumula una caída del 24% en Galicia en los últimos diez años

El tirón de mariscos, moluscos y, sobre todo, las conservas, compensaron en 2023 otra merma en la demanda de frescos y congelados por el alza de precios y el cambio de hábitos

Puesto de pescado en el mercado de O Calvario de Vigo. |   // MARTA G. BREA

Puesto de pescado en el mercado de O Calvario de Vigo. | // MARTA G. BREA

Julio Pérez

Julio Pérez

“Iniciativas como el bono comercio y bono turismo están genial, pero, ¿por qué no incluir un bono pescadería?”, propone la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) en una campaña lanzada a través de sus redes sociales para despertar el apetito por sus productos. “El consumo de pescado ha disminuido, afectando a nuestra salud y economía local –advierte la entidad–. Este incentivo puede aumentar el consumo, apoyar mercados, pescaderías y pescadores locales”. El sector apela ya a casi cualquier medida ante la constante caída de la demanda tras la reiterada negativa del Gobierno a incluirlos en el listado de productos con rebaja del IVA. Esa tendencia se consolida. Los hogares españoles redujeron un 2,2% sus compras de productos pesqueros en 2023 con respecto al ejercicio anterior, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Fueron 868,3 millones de kilos. El consumo por persona bajó más, el 3,3%, hasta los 18,56 kilos, y acumula un desplome del 30% en los últimos diez años.

Galicia fue una de las comunidades donde se frenó la caída en 2023. El consumo per cápita de productos pesqueros alcanzó los 23,69 kilos un 1% más que en 2022 (23,45 kilos), pero el descenso en toda la década es también fortísimo: un 24% menos (30,96 kilos en 2013). Los mayores ajustes en comparación con 2013 se dan en Cantabria (49% menos), Madrid (38,8%), Castilla y León (37,7%) y País Vasco y La Rioja (ambas con recortes superiores al 35%). Las bajadas menos intensas están en Baleares (4,3%), Navarra (14%) y Canarias (16,3%).

El propio ministro Luis Planas reiteró en una sesión en el Senado el pasado abril que el problema “no son los impuestos”. “Es un tema serio que me preocupa, pero que tiene que ver con los hábitos alimentarios de forma muy significativa y ahí es donde tenermos que intervenir”, apeló. “Creo que valen lo que cuesta producirlos –añadió el titular de Agricultura, Pesca y Alimentación–. Para valorizarlos, aparte de las campañas de publicidad, de fomento del consumo que llevamos a cabo, son importantes las organizaciones de productos pesqueros”.

No todos los productos evolucionan por igual. Cada gallego consumió de media 12,98 kilos de pescado en 2023 tras un descenso del 0,9%. A pesar de los análisis de tendencias que apuntan a una reorientación de la demanda hacia los congelados, la bajada en esta gama es mayor, del 2,9% (1,86 kilos per cápita), que en los frescos (11,12 kilos, un 0,6% menos que en 2022). Frente a las mermas registradas en en merluza y pescadilla (-3,5%), lenguado (-19,5%) o lubina (-11,2%), destacan los incrementos en atún y bonito (46,4%), bacalao (10,7%), salmón (3,5%) y rape (6,5%).

La compra de mariscos, crustáceos y moluscos engordó un 4,3% en Galicia a lo largo del pasado año. Fueron 6,84 kilos por persona de media, con alzas del 28% en el mejillón; el 2,6% en el pulpo y calamares; y un recorte del 1,5% en gambas y langostinos. Las conservas resisten también el envite y se consolidan como claras alternativas de los derivados del mar: 3,87 kilos per cápita, un 2,2% más que el año precedente. La estrella sigue siendo el atún: 1,93 kilos, un 4,5% más.

Suscríbete para seguir leyendo