La flota gallega abandonará la semana que viene Bissau si la UE no ratifica el acuerdo

La alternativa pasa por desplazarse a las aguas de Senegal o Mauritania

REDACCIÓN

Los barcos gallegos, y españoles en general, que operan en Guinea Bissau estarán obligados a abandonar el caladero a partir del 15 de junio si no se ratifica el acuerdo entre dicho país africano y Bruselas, debido a que el actual tratado pesquero finaliza ese día. En concreto, quedan poco más de 10 días para que expire el marco vigente y todavía no se ha firmado un nuevo documento. Pese a que ya existe acuerdo entre ambas partes, falta que la Unión Europea lo ratifique.

Esto preocupa a los productores nacionales, que dan por hecho que no llegará a tiempo y se verán obligados a salir de aguas de Bissau. Por este motivo, han pedido una prórroga del actual tratado, que por el momento no ha sido concedida.

“Es un tema muy complicado. El acuerdo finaliza el 15 de junio. Ya han llegado a un nuevo acuerdo, pero necesita ser ratificado por Europa para que entre en vigor”, indica el presidente de la Asociación Nacional de Buques Congeladores de Pesca de Cefalópodos (Anacef), Francisco Freire, que explica que el contexto de las elecciones europeas no ayuda a esta situación.

Pese a todo, admite que el caladero de Guinea Bissau está “en muy malas condiciones” debido a la “sobreexplotación”. Prácticamente no hay merluza y hay “muy poco jurel”, que solía capturarse en los meses de primavera. “Nuestros barcos allí no son rentables”, manifiesta.

Freire asegura que los cuatro arrastreros congeladores de su asociación que operan en Bissau pertenecen a empresas gallegas. Además, hay más buques españoles en la zona que capturan otro tipo de pescados, como atuneros de la zona de Huelva. Para Anacef, la alternativa pasa por desplazarse a Senegal o a Mauritania, ya que son otros de los países con los que la Unión Europea tiene tratado de pesca y suelen operar allí estos barcos.

No obstante, en el primer caso, se está en un “momento complicado”, debido a la tarjeta amarilla impuesta por Bruselas al país por su laxitud contra la pesca ilegal.