El ISM colapsa: semanas de espera para un reconocimiento médico

Entrada a las instalaciones del ISM de Vigo. |   // MARTA G. BREA

Entrada a las instalaciones del ISM de Vigo. | // MARTA G. BREA / L. Graña

Lara Graña

Lara Graña

En agosto del año pasado, y a través de una respuesta por escrito al grupo popular, la Seguridad Social notificó la lista de efectivos con los que contaban los centros gallegos del Instituto Social de la Marina (ISM). De las dotaciones totales, ocho puestos estaban sin cubrir, tanto de médicos, enfermeros y oficiales sanitarios. Los lugares afectados: Santa Uxía de Ribeira, Bamio, Vilagarcía, Celeiro, A Coruña, Ferrol y Burela. Muxía, además, ya se había quedado sin su sede en 2012, a causa de los recortes; en Vigo y Pontevedra, todos sus oficiales tenían un contrato eventual, como ha podido comprobar este periódico. En otoño, con ese déficit de efectivos, el sector pesquero ya advirtió de la precarización del servicio, con notables deficiencias antes del COVID. Pero, lejos de haber mejorado, la situación sigue siendo calamitosa. “Existen listas de espera de hasta dos semanas y el bloqueo de atención presencial al público es manifiesto”, condena el presidente de la Federación de Confrarías de Pontevedra, José Manuel Rosas.

"Hay un desmantelamiento encubierto de sus dependencias provinciales y locales, donde la escasez de personal es evidente"

Para los pósitos, las oficinas del ISM no están prestando prácticamente sus servicios, que atribuyen al “desmantelamiento encubierto de sus dependencias provinciales y locales, donde la escasez de personal es evidente. Y, lo peor, sin tener intención alguna de subsanar estas carencias mediante la cobertura de las vacantes existentes”. A principios de marzo, el Parlamento gallego aprobó por unanimidad una proposición no de ley, defendida por Teresa Egerique, para instar al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a “cubrir la totalidad de las plazas de profesionales sanitarios”, que la diputada ha elevado ahora a diez. “En una situación de normalidad ya es complicado entender que no estén cubiertas las plazas del 30% del personal médico de sanidad marítima, pero en esta situación de pandemia este hecho es de una mayor gravedad”, afeó Egerique.

Respuesta del Gobierno sobre el colapso del ISM

Respuesta del Gobierno sobre el colapso del ISM

Fuentes del sector aseguran que las mayores dificultades están en las oficinas de Vigo, Pontevedra, Ribeira y A Coruña. Según los datos del Ejecutivo, también facilitados al Congreso, antes de la pandemia se realizaban en el centro vigués una media de 11 reconocimientos médicos diarios, por otros 7 en la de Pontevedra y unos 10 en Vilagarcía. No ha ofrecido datos recientes de cómo ha impactado el COVID y la pérdida de efectivos en este servicio. Para la federación provincial de pósitos, existe una “situación de serio abandono y desatención del organismo para atender las demandas, teniendo que asumirse muchas de sus competencias de gestión desde las propias cofradías, las que a pesar de estar siempre ahí para solucionar los problemas –enfatiza Rosas–, luego no son reconocidas para poder recibir ayudas de las administraciones estatal o europea”. Además de los reconocimientos médicos, el ISM es fundamental para la gestión de las altas en el régimen especial del mar, la documentación relativa a la revisión de los botiquines exigidos a bordo o los certificados de formación sanitaria.

En la respuesta parlamentaria que ofreció el año pasado, la Seguridad Social emplazó a los marinos a realizar más trámites por internet. “Se utiliza la vía telemática para actividades como la revisión de los botiquines reglamentarios, gran parte de los cursos de formación sanitaria específica inicial y avanzada, así como la cita previa para la realización de los reconocimientos de embarque marítimos”. Es un remedio que no satisface a las cofradías. “La mayoría de los profesionales del mar no disponen del tiempo necesario ni cuentan con la formación suficiente para realizarlos, por lo que solo les queda pagar para poder resolver sus demandas con las administraciones”, zanja Rosas.

Suscríbete para seguir leyendo