Clínicas veterinarias advierten de un goteo constante de casos de leishmaniosis en perros

Hacen un llamamiento a la vacunación y a la prevención de una enfermedad sin cura y que puede ser mortal

Un mosquito que haya picado a un animal infectado puede contagiar a una persona

Voluntarios pasean a perros del refugio de animal de A Madroa

Voluntarios pasean a perros del refugio de animal de A Madroa / Marta G. Brea

Las clínicas veterinarias de Vigo están registrando un goteo constante de perros que sufren leishmaniosis, una dolencia causada por un mosquito y que podía llegar a tener repercusiones graves. Con el aumento de las temperaturas, entre otras causas, la prevalencia de esta dolencia es ya alta.

La enfermedad además es difícil de diagnosticar, tal y como apunta el veterinario vigués Rafael Veiga: “A primera vista es muy complicado. Es cierto que hay síntomas que nos pueden hacer sospechar, como un crecimiento anómalo de las uñas o un excesivo adelgazamiento, pero la única forma de saberlo es con una analítica para detectar los anticuerpos”.

Hay que tener en cuenta además que es una enfermedad que no tiene cura, pero sí tratamiento para controlarla. Se manifiesta también con otros síntomas como heridas en la nariz, dolor articular y, en caso de que la infección sea visceral, puede provocar insuficiencia renal y por tanto el fallecimiento del animal. Y es que si la infección no es tratada puede ser mortal.

Prevención

Es por eso que los veterinarios de Vigo hacen un llamamiento a la prevención. En primer lugar, la inoculación de la vacuna, que es recomendable y que se puede hacer en cualquier clínica. Según la responsable del laboratorio de Veterinaria de Vithas Red, Ana Pérez Creo, “la vacunación masiva es la mejor barrera para la expansión de la enfermedad, ya que no sólo reduce los casos de animales enfermos, sino que impide que éstos actúen como transmisores de la enfermedad a otros animales”.

Pero los veterinarios vigueses también hacen hincapié en la protección y vigilancia por parte de los dueños para evitar que el perro sea picado por el mosquito. Así, recomiendan el uso de collares o pipetas antiparásitos para la prevención de la leishmaniosis: los más efectivos se pueden adquirir por poco más veinte euros. También existen estimuladores de la defensa celular del animal que reducen el riesgo de infección.

Esta enfermedad parasitaria está provocada por Leishmania spp, un parásito protozoario que se disemina por la picadura de un mosquito flebótomo infectado. Afecta fundamentalmente a perros (que actúan como reservorios y diseminadores), pero puede llegar a afectar a los humanos mediante la picadura de un mosquito (no hay transferencia directa entre perros y personas) que haya estado en contacto con un animal infectado.

La Leishmania spp llega al organismo del animal a través de la picadura de un flebótomo (unos pequeños insectos parecidos a los mosquitos). Cuando el flebótomo ingiere sangre de un animal ya infectado se llena de parásitos y se los transmite a un nuevo animal y luego a través del torrente sanguíneo, llegarán a las células causando todo tipo de daños en los tejidos afectados. Por eso la prevención y la vacunación se consideran tan importantes a la hora de reducir la prevalencia de esta enfermedad.

El pronóstico de la patología varía en función de diversos factores, de la raza del cánido y de cómo haya afectado a su organismo. En algunos casos, ahí su peligrosidad, el peludo puede ser asintomático, es decir, que el parásito está inactivo durante meses o años.

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