El caso del crimen de la casa okupa cumple un año con la instrucción tocando a su fin

Pendiente del análisis biológico de uñas y ropa, Fredy R.M., que se declara inocente, permanece en prisión cercado por sus contradicciones y el ADN

Fredy R.M., tras su arresto.   | // A.V.

Fredy R.M., tras su arresto. | // A.V.

Hoy se cumple un año desde el conocido como crimen de la casa okupa de la calle Coruña. Ocurrido la madrugada del 17 de julio de 2023, en prisión provisional desde entonces se encuentra Fredy R.M., al que la Fiscalía acusa de delito de asesinato por la violenta muerte de Jonny A.A., con el que residía en la vivienda abandonada ante la cual ocurrió el homicidio y con el que aquella noche, antes de que ocurriese todo, había ido a los fiestas de Bouzas. Los restos de sangre en su ropa, las contradicciones derivadas da las distintas versiones que dio en las primeras 72 horas tras su arresto y el ADN –su perfil genético fue identificado en el mango del cuchillo utilizado como arma homicida– son las principales pruebas de cargo en su contra. Él, mientras, se declara inocente y culpa al varón de origen rumano que residía con ellos en aquella época.

El juicio con jurado popular se celebrará en la Audiencia de Vigo, pero hasta llegar a esa fase aún habrá que esperar. La investigación del Juzgado de Instrucción número 4 está muy avanzada, si bien faltan los resultados de un análisis biológico de uñas y prendas de ropa que debe realizar el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid y que, según comunicó al juzgado a finales de junio, seguía en curso en dicha fecha. Fredy, detenido horas después del crimen, cumple su primer año en prisión preventiva, medida acordada por el juez instructor que fue ratificada en segunda instancia tras el recurso presentado por su abogada de oficio.

Si para la Fiscalía las pruebas acreditan que Fredy habría cometido el crimen –en una comparecencia en febrero en el juzgado le imputó asesinato con alevosía, delito castigado con entre 15 y 25 años de prisión–, la defensa mantiene que su cliente es inocente, por lo que solicitará la libre absolución. La abogada sostiene que este hombre lleva 25 años en España sin haber tenido problemas con la Justicia hasta ahora y que es una persona tranquila. Pidió buscar huellas dactilares en el mismo cuchillo donde se halló ADN del investigado, pero esta diligencia, junto a varias más, fue denegada primero por el juzgado y después por la Audiencia. La letrada esgrime que las huellas son claves ya que el rastro genético hallado puede ser de fechas anteriores al crimen dado que ese cuchillo se usaba para labores domésticas en la casa okupa y la realidad es que la higiene allí, argumenta, dejaba mucho que desear. Y afirma que otra prueba de descargo son las cámaras: una, relata, captó a su cliente caminando al principio de la calle Coruña desde la plaza de la Industria y la que grabó a la víctima ya malherida, tras el apuñalamiento ocurrido ante la casa okupa, es de solo minutos después. Considera que Fredy no tuvo tiempo material para cometer el crimen.

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