Los jardineros municipales riegan de basura Gran Vía y Samil

Los trabajadores de la concesionaria de Parques y Jardines del Concello de Vigo llevaron más allá sus acciones de protesta este martes en el marco de la huelga indefinida que mantienen

El paseo del arenal vigués se transformó en una extensa mesa a la que se "sentaron" decenas de gaviotas

Los jardineros de Vigo en huelga hacen de Samil y de las rampas de Gran Vía un vertedero.

R. V.

M. C.

Ante la negativa de la empresa concesionaria de incrementar los salarios de sus trabajadores año a año según el IPC, continúan las protestas de los trabajadores de la UTE Zonas Verdes que se ocupa del servicio de Parques y Jardines del Concello de Vigo. Esta huelga indefinida arrancó el lunes con una concentración frente a la sede del gobierno local para pedir que se ponga fin a esta situación.

Este martes, los operarios daban un paso más, movilizándose por diferentes zonas de la ciudad. Pero no solo se han limitado a reclamar sus reivindicaciones por la calle con pancartas y lemas a viva voz. También han dejado huella durante su paseo-protesta, "regando" de basura y papeles zonas concurridas de la ciudad como Gran Vía o Samil.

El paseo del arenal vigués se transformó en una gran mesa de residuos y desperdicios. Todo un festín para las ávidas gaviotas que merodean por la costa en busca de un bocado.

Desperdicios esparcidos por el paseo de Samil.

Desperdicios esparcidos por el paseo de Samil. / Cedida

En la zona de Gran Vía, y como se ve en el vídeo que acompaña a esta información, los asistentes a la manifestación se dedicaron a tirar papeles y basura sobre la vegetación urbana. En concreto se observa cómo rompen papeles y los esparcen por las jardineras de las rampas de Gran Vía. Otro de los manifestantes coge una bolsa de basura de un contenedor y esparce su contenido enfrente del "Pezseto".

Protestas de los operarios de la UTE Zonas Verdes de Vigo.

Protestas de los operarios de la UTE Zonas Verdes de Vigo. / Cedida

La empresa se niega a pactar una subida salarial acorde al IPC en el nuevo convenio, que están negociando en las últimas semanas. El presidente del comité de empresa, Alfredo Filgueiras, explicaba que la UTE "pretende no asumir ningún coste de la subida mientras dure la concesión", trasladando los incrementos salariales al final de la misma, para que se haga cargo la nueva empresa concesionaria, que comenzaría en 2027. Algo que Filgueiras entiende que "es ilegal".

Los operarios que trabajan en este servicio son cerca de 110, de los cuales alrededor del 90% secundan la huelga. Pese a todo, ha tachado de "abusivos" los servicios mínimos establecidos por el gobierno local.

El BNG insta a Caballero a que intervenga

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha instado al alcalde de Vigo, Abel Caballero, a que intervenga en la huelga indefinida que ha iniciado el servicio de mantenimiento de zonas verdes de la ciudad y la ha pedido que abandone "su permanente complicidad con empresas pirata".

El portavoz municipal nacionalista, Xabier Pérez Igrexas ha reclamado a Caballero que "deje de mirar para otro lado" y exija a la empresa que retome las negociaciones y se desbloquee el conflicto.

Dos manifestantes tiran basura en la vegetación que adorna las rampas de Gran Vía.

Dos manifestantes tiran basura en la vegetación que adorna las rampas de Gran Vía. / Cedida

Además, también ha calificado de "abusivos" los servicios mínimos que se han establecido y ha incidido en solicitar al alcalde que abandone "su permanente complicidad con empresas pirata" que prestan servicios al Ayuntamiento y que "reciben millones de euros públicos a pesar de incumplir los pliegos de los contratos o no ofrecer garantías para unas condiciones laborales y salariales dignas".

El concejal del BNG ha mantenido un encuentro con representantes sindicales a los que trasladó su apoyo en las "justas reivindicaciones" de unos salarios dignos.

Pérez Igrexas ha considerado "absolutamente inaceptable" el bloqueo de la negociación colectiva por parte de la empresa concesionaria de un servicio que fue adjudicado, según recuerdan los nacionalistas, por 34 millones de euros.