La hostelería suple la falta de personal con reducción de horarios y tecnologías

La estacionalidad, el envejecimiento de la población y la competencia de otros sectores agravan la escasez de trabajadores en las Rías Baixas durante este verano

Camareras atendiendo las comandas de una cafetería con terraza en el Casco Viejo vigués

Camareras atendiendo las comandas de una cafetería con terraza en el Casco Viejo vigués / Marta G. Brea

Pedro Pascual

El sector hostelero en las Rías Baixas enfrenta un desafío considerable: la falta de personal. Según César Ballesteros, presidente de la Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra (FEPROTUR), las cifras son alarmantes. “Los estudios de principios de temporada indican que hay seis mil vacantes en la provincia para los meses de julio y agosto. Faltan muchas personas, y se complica porque no es para todo el año, es estacional y necesitamos cubrir momentos punta,“ explica. Durante la temporada baja, la plantilla suele ser de catorce mil personas, pero en temporada alta se necesita el doble, cerca de veintiocho mil empleados. Este fenómeno no es exclusivo de Galicia, sino una tendencia generalizada que afecta a todo el sector turístico.

En Galicia, asegura Ballesteros, el envejecimiento de la población es uno de los principales factores que agravan esta situación. En Vigo, la media de edad es de 46,1 años, mientras que en Galicia en general es de 47,2 años: “Esto implica que hay mucha gente mayor y muy poca gente joven para incorporarse al mercado laboral”, comenta Ballesteros. La baja natalidad y la “falta de motivación de los jóvenes para trabajar en verano también son factores determinantes”, añade. Además, la competencia de otros sectores, como los supermercados y el transporte, que crecieron durante la pandemia, ha absorbido a muchos trabajadores del sector hostelero.

Celia Cabrera, dueña del restaurante O Croque y una de las impulsoras de la Asociación de Comercio y Hostelería de Bouzas, ha lidiado con la falta de personal reduciendo la estacionalidad: “Ampliamos nuestro menú de invierno, implementando por ejemplo el menú del día, que factura poco pero estabiliza a mi equipo durante todo el año”.

En cuanto a la jornada laboral, muchos establecimientos han optado por reducir sus horarios para adaptarse a la falta de personal. “Algunos no montan toda la terraza o cierran la cocina más temprano para adaptarse a la disponibilidad de personal. Es una medida lógica que también favorece el bienestar de los empleados”, explica Ballesteros. Además, la reducción de horarios no rentables y el cierre de algunos días de la semana, incluso en temporada alta, son estrategias comunes.

Formación

En términos de formación, la situación es compleja. “Quien necesita contratar no puede hacer una selección adecuada debido a la alta demanda. Además, muchos trabajadores ven la hostelería como una salida temporal y no como una carrera a largo plazo”, lamenta el presidente de FEPROTUR. La competencia por el talento es feroz, especialmente para aquellos con habilidades especializadas, como conocimiento de alérgenos, normativa laboral, e idiomas.

La tecnología juega un papel crucial en compensar la falta de personal. “Existen aplicaciones que facilitan el pago automático, evitando errores, y sistemas de pedidos a través de códigos QR que envían las comandas directamente a la cocina o barra”, describe Ballesteros. Este tipo de innovaciones no solo ahorran costes, sino que también agilizan el servicio.

Para Cabrera, del restaurante O Croque, la estabilidad de la plantilla ha sido clave: “Los clientes han notado positivamente estos cambios. Solo hay que abrir Google y ver las reseñas.” En cuanto a la tecnología, ha implementado comanderos digitales que optimizan el tiempo de trabajo del personal, mejorando así la eficiencia operativa.

Mirando hacia el futuro, Ballesteros cree que la digitalización será clave para abordar la falta de personal. “La tecnología va a ser la forma de paliar esta situación. La competencia por el capital humano va a ser cada vez más intensa, y los profesionales con amplia formación serán altamente valorados”, anticipa. Sin embargo, señala que el reto mayor será romper con la estacionalidad del turismo en Galicia y hacer que la región sea atractiva durante todo el año, mediante la organización de congresos y eventos, mejorando las infraestructuras y ofreciendo experiencias únicas que no se encuentran en otras partes de España.

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