El Sergas prepara la unidad de aislamiento del Meixoeiro para las nuevas amenazas

Trabaja en protocolos y formación para activar las dos únicas habitaciones de alto riesgo gallegas

Atendería infecciones de gran transmisibilidad como la fiebre de Crimea-Congo

La sospechosa de ébola que fue trasladada al Meixoeiro en octubre de 2015. |   // RICARDO GROBAS

La sospechosa de ébola que fue trasladada al Meixoeiro en octubre de 2015. | // RICARDO GROBAS

El cambio climático no solo afecta al paisaje, también a la salud pública. Entre otras cuestiones, está propiciando la llegada a la península ibérica de organismos transmisores de enfermedades infecciosas, como garrapatas y mosquitos. Y, algunas, muy contagiosas y de elevada letalidad, como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. En este contexto, el Servizo Galego de Saúde (Sergas), prepara la unidad de aislamiento de alto riesgo del Hospital Meixoeiro para poder atender estas amenazas. El Área Sanitaria de Vigo trabaja en la actualidad en la elaboración de los protocolos necesarios y en la formación que impartirá al personal.

La crisis del ántrax, la gripe aviar o la peste neumónica fueron algunas de las alertas sanitarias internacionales que evidenciaron la necesidad de disponer en los hospitales de zonas para aislar casos altamente contagiosos. Pero fue con la del ébola con la que se creó en España una red de unidades de aislamiento de alto riesgo. En 2014, la Consellería de Sanidade designó al Meixoeiro como el centro de referencia en la comunidad para la recepción de todos los casos de ébola. Para ello, remodeló de urgencia un espacio que se usaba desde hacía años para ingresados con infecciones como tuberculosis o que requerían hemodiálisis.

Recibió un único caso de sospecha, en octubre de 2015. El de un joven natural de Guinea Conakry que había ingresado en las urgencias de A Coruña y que resultó negativo. Fue “un test de estrés al sistema sanitario superado con nota”, señalaron las autoridades. Al año siguiente, Sanidade también decidió centralizar en el hospital de Puxeiros los ingresos por fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Además, Vigo tiene la consideración de puerto con atención a emergencias de salud pública de importancia internacional, junto a Barcelona, Valencia, Bilbao y Málaga.

Sin embargo, no fue hasta finales de 2018 que ejecutó la obra necesaria para contar con unas instalaciones realmente adecuadas. Trasladó la unidad a la planta segunda del Meixoeiro y cuadruplicó su espacio. Uno de los objetivos era mejorar la confortabilidad de los pacientes incorporando a cada una de las dos habitaciones un baño, del que carecían las anteriores. También perseguían incrementar la seguridad de los profesionales y limitar la expansión de las enfermedades. Los cuartos son ahora de 20 metros cuadrados para permitir el movimiento del personal e introducir equipamiento y se crearon más esclusas y más amplias para las delicadas tareas de ponerse y quitarse los trajes de protección.

¿Qué se está haciendo?

En la actualidad, la unidad no está activada formalmente, según explican fuentes del complejo. Para poder hacerlo es necesario elaborar protocolos de actuación que contemplen los diferentes escenarios y entrenar a personal de diferentes categorías en ello. De ello depende que no se contagien en el desempeño de sus funciones. La primera persona que se contagió de ébola fuera de España, la auxiliar de Enfermería Teresa Romero, lo hizo precisamente al tocarse la cara con los guantes con los que atendió a un paciente. También uno de los 14 casos de fiebre de Crimea-Congo declarados en España es de una enfermera.

Lo que no hay es un horizonte temporal para que estas labores de protocolización y formación estén listas para activar la unidad.

Mosquito tigre y garrapatas, en el punto de mira

El Ministerio de Sanidad presentó esta semana la tercera parte de su Plan Nacional de Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores. Si las dos primeras las dedicó a los mosquitos, en esta última incluyó por primera vez a las garrapatas. El departamento liderado por Mónica García prevé un verano “complicado” al respecto y llama a extremar la vigilancia y el control.

El mosquito tigre, que puede transmitir el dengue, el zika o el chikungunya –siempre que previamente haya picado a un paciente infectado–, se detectó por primera vez en Galicia en agosto de 2023, en la península de O Morrazo y, más tarde, se extendió por varios municipios, incluido Vigo. Ya ha reaparecido este año, hasta el momento, con todos los casos declarados en la app Mosquito Alert concentrados en Moaña.

En cuanto a las garrapatas, hay dos que preocupan especialmente: la que transmite la fiebre de Crimea-Congo –hyalomma marginatum– y la de la enfermedad de Lyme –Ixodes ricinus–. De la primera solo se han encontrado tres casos en Galicia y ninguna portaba el virus. De las segundas sí hay más. De hecho, junto a Asturias, Galicia es la región con mayor incidencia de esta enfermedad, que cuenta con medicación que evoluciona bien, aunque se pueden dar secuelas graves. En 2021, la Xunta declaraba una tasa de 3,23 casos por cien mil habitantes, que se reducía a 0,48 en la provincia de Pontevedra.

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