Un disco para entrar en los salones de ‘fin de siècle’

El pianista Alejo Amoedo rescata en un vinilo piezas para piano de autores de las Rías Baixas de finales del XIX y principios del XX

Alejo Amoedo con el disco
“A mansión dos anxos”.   | // MARTA G. BREA

Alejo Amoedo con el disco “A mansión dos anxos”. | // MARTA G. BREA

Eladio Chao se sienta al piano, rodeado por sus hermanos Eduardo y Blanca, en la casa de veraneo que esta familia destacada poseía en Baiona. Esta es la evocadora imagen que Alejo Amoedo ha escogido para la funda del disco de vinilo que acaba de sacar al mercado y con el que invita al oyente a adentrarse en los salones de los hogares y de las sociedades culturales de finales del siglo XIX y principios del XX en las Rías Baixas. En “A mansión dos anxos”, el pianista redondelano de nacimiento y vigués de adopción rescata once obras –muchas de ellas inéditas en grabaciones– de nueve autores de la provincia para ofrecer una panorámica general de las bandas sonoras de las casas en el fin de siècle pontevedrés.

El miembro numerario de la Real Academia Galega de Belas Artes, como en todas sus investigaciones, buscaba ofrecer algo “atractivo e que achegue algo a sociedade”.Y siempre vinculado a Galicia. Rebuscó en la Biblioteca Nacional de España y en archivos particulares las obras de piano –algunas manuscritas y otras editadas– que se interpretaban en los salones privados y semiprivados de la provincia en estas tres décadas. Cuenta que es la música que se tocaba, primero, en las casas de la aristocracia. Pero más adelante, entrando en el XX, también en las de la burguesía. “Os pianos chegaban xa a tódalas casas un pouco importantes”, detalla. Y siempre en un contexto urbano.

“Os séculos XIX e XX son moi importantes para o desenvolvemento do que hoxe somos e fáltanos moita información”, resalta el catedrático de Música y Artes Escénicas, con destino en el Conservatorio Superior de Vigo. Recuerda que la ciudad en particular y la provincia en general vivían un despegue económico, social y cultural como el que se estaba desarrollando por toda Europa. Como ejemplo está el surgimiento de sociedades como La Oliva.

Aunque bebe de toda su trayectoria investigadora, este proyecto comenzó en 2022. Le sedujo la idea porque es un repertorio muy poco conocido y “é o noso”. “Non so había música de Beethoven o de Bach. Tamén estaba esta”, subraya.

Así, el disco incluye una amplia variedad de las músicas que sonaban en esa época. Desde valses o mazurcas, que reflejan cómo la provincia estaba abierta a lo que sucedía culturalmente en Europa, hasta géneros más propios gallegos, como la muñeira. En este resurgimiento musical gallego, partiendo de modelos europeos tanto académicos como populares, los compositores definieron una música con características propias. “Esto é unha punta de iceberg, tenemos moitísimo por descubrir porque eu empezo por Pontevedra e é solo unha selección”, resalta Amoedo.

Autores

Entre los compositores, el más antiguo de los escogidos es Marcial Valladares Núñez (A Estrada, 1821), un polifacético escritor y jurista que llegó a jefe superior de la Administración Civil. Su hermana Avelina tocaba la guitarra y, en su pazo de Vilancosta tocaban la música que ahora recoge Amoedo.

De la ciudad olívica eligió a Manuel Martí Pérez (Vigo, 1819), “un músico moi importante do XIX”. También a Teodosio Vesteiro (Vigo, 1847), músico, escritor y periodista, que más conocido por sus letras, pero que también creó composiciones pianísticas.

Uno “totalmente descoñecido” es el diplomático Joaquín Carsi Rivera. Amoedo encontró de él un “Tango vigués” y un “Tango alborada vigués”, en el que mezcla esos sonidos de sus viajes y la morriña por lo de la tierra.

También están presentes Manrique Villanueva, propietario de la famosa y centenaria tienda de música que cerró hace algo menos de una década en la ciudad; el sacerdote baionés Ángel Rodulfo; o el pontevedrés Felipe Paz Carbajal. De una composición de este último toma nombre el disco, “La mansión de los ángeles”.

Presencia femenina

“¿Y las mujeres no hacían música?”, pregunta Amoedo y se responde: “Pues sí y muchísima. Precisamente en estos salones”, cuenta el músico. Explica que si era una faceta indispensable en la formación humanística en las personas, en las mujeres era algo “casi obrigado”. “Probablemente, eran as que máis tocaban este repertorio e, sen dúbida, incidían na formación desta sociedade”, destaca.

El disco recoge un nombre femenino El de María Luisa Sanjurjo de Oza (Vigo, 1893), la mayor de cuatro hermanos en una casa con gran afición musical. Amoedo interpreta “Miña Terra”, una muñeira que compuso ella.

Este es el primer proyecto del pianista en vinilo, que es de 12 pulgadas. “O formato é un dos motivos que animoume a facelo”, resalta. Más allá de la “natureza efímera do dixital” y el consumo rápido al que suele ir vinculado, el intérprete busca esa pieza casi de colección que atesorar en una discoteca y escuchar con la atención que propicia el tocadiscos. El libreto, de Daniel San Martín está traducido al gallego, el castellano y el inglés, en esa vocación del proyecto de “transcender fora”.

Pero no reniega tampoco a los avances de los tiempos actuales e incluye un código QR para descargarlo.

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