Una batea para “faenar” una vida mejor: el festival TAC! se estrena en Vigo

El Festival TAC! de Arquitectura Urbana se inaugura en Porta do Sol para reflexionar sobre el uso de los espacios y materiales

Podrá visitarse hasta el 14 de julio y contará con charlas

“Qué faena (r)!”, la batea de Porta do Sol, ya cultiva miradas

Marta G. Brea

Como si se tratase de Iago Aspas en una de sus imágenes más icónicas sobre la ría, las nuevas generaciones de arquitectos llegan a Vigo y proclaman: “ahora, me toca a mí”. El Festival TAC! de Arquitectura Urbana abrió sus puertas este jueves en Porta do Sol con la puesta de largo de la gran batea de hasta 7 metros de alto que presidirá el kilómetro cero de la ciudad hasta el próximo 14 de julio.

Bajo el título “¡Qué faena(r)!”, los arquitectos madrileños Óscar Cruz García y Pablo Paradinas Sastre lanzan una propuesta que entremezcla el debate urbano de modificación del espacio, el empleo de materiales sostenibles la escala territorial como base para ello, siendo la batea el elemento más reconocible para conseguirlo aunque normalmente la veamos en el mar.

“Toda arquitectura tiene ese punto de provocación y además ese punto de interpretación” explica Cruz García al compararlo con un desfile moda. Y es que el Festival TAC! no sirve ni como muestrario de nuevas tendencias ni como gran exposición universal. Es un grito a la reflexión. “Al final cada uno puede pensar que la batea le sugiere ciertas cosas, otras más arraigadas a la memoria colectiva del lugar y otras un poco más a ese extrañamiento” insiste el autor, quien también destaca la contraposición entre el sistema completo de redes con el “florecimiento” de la gran camelia roja que forman en el corazón del cemento de la urbe.

La propuesta bebe de su proyecto para la Bienal de Arquitectura de España de hace dos años bajo el nombre “Basto Territorio”. “Esta estructura sacada de contexto y modificando la escala de la plaza puede ser espectacular” pensaron ante la nueva convocatoria del concurso promovido por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana en el que han competido con otras 140 propuestas.

Paradinas Sastre pone el foco a su vez en los “flotadores y todo el sistema oculto que permite que funcione como estructura, es algo que queríamos sacar a la ciudadanía y que seguro que mucha gente de aquí nunca se ha parado a pensar” justifica mientras turistas, vecinos y curiosos se detienen ante una estructura que no ha dejado indiferente a nadie. “Es impresionante” resume una señora mientras su acompañante trata de explicarle el funcionamiento de las redes.

Porque esta tercera edición del TAC! bebe directamente de la ría. “Vigo es una ciudad contemporánea que apuesta por sostenibilidad y dar bienestar a la ciudadanía , es una oportunidad para reflexionar sobre presente y futuro” resumía Sol Candela, presidenta de Arquia. Esta fundación pone el foco en el “diálogo entre prácticas emergentes, el lugar, la cultura y la historia”, pero siempre dando voz a los jóvenes.

El secretario general de Agenda Urbana y Vivienda del ministerio insistía en los problemas que sufre esta profesión. “A pesar de tener las mejores escuelas de arquitectura del mundo y que no falta trabajo en estudios internacionales, en España cuesta mucho trabajo el arrancar, empezar a tener encargos y trabajos” cuenta Iñaqui Carnicero al justificar que este certamen esté dirigido hasta los 40 años. “Cuando hablamos de arquitectura estamos hablando de salud y que no haya coches y si sillas y personas habla de esa capacidad de las ciudades para cambiar y mejorar la vida de las personas” resume a los pies del Sireno de Leiro.

Y es que la ubicación de la obra en Porta do Sol resultaba inmejorable para el alcalde de la ciudad, quien destacó como a su alrededor se pueden ver ejemplos como el Edificio Simeón de finales del siglo XIX, la muestra vanguardista del Colegio de Arquitectos o la “bazofia” de los años 70 junto a II República.

La gran batea del TAC! Festival de Arquitectura Urbana ya preside la Porta do Sol

La gran batea del TAC! Festival de Arquitectura Urbana ya preside la Porta do Sol / Marta G. Brea

Abel Caballero recordó cómo el tráfico “impensable” que imperaba allí hasta hace unos años acabó por formar parte de la antropología viguesa. “Quien humaniza esta plaza es la gente que la ocupa, eso es mucho más que el verde que está por todo Vigo. A cualquier hora del día aquí hay gente y l a vuelve humana y distinta” resumía el regidor mientras recordaba el año que vivió en el extremo de la misma.

Los vigueses podrán verla y “vivirla con la misma intensidad que los bateeiros” hasta el próximo 14 de julio con un amplio programa cultural de la mano del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia. Sobre su futuro, Caballero también lanza una advertencia recordando la colocación del barco Bernardo Alfageme en la rotonda de Coia: “Sería bueno hacerlo con ella, no lo descartéis” dijo.

Producto de proximidad

El dúo de creadores madrileños destaca cómo la batea ha permitido “reinterpretar” toda la plaza al añadir sombras y bancos más allá de los presentes en la hostelería, dándole así a los espacios una utilidad

Además de la colaboración de la Asociación de redeiras Atalaia de A Guarda, Cruz y Paradinas han contado con la colaboración de Fran Millán (Frouma Atlantic Wood) para la madera, los Suministros Navales Santa Uxía S. L. o Cabaleiro Nogueira, así como el granito rosa Porriño para sus soportes de la mano de Otero y Losada. De esta manera, se conforma como una obra con denominación de origen de las Rías Baixas.

“Las redes eran inmensas, tuvimos que sacarlas a la explanada del puerto para poder cortarlas”

Con la forma de los pétalos de una camelia que rodean su círculo central de estambres, las manos de las rederas de Baixo Miño trabajaron a contrarreloj durante dos semanas para confeccionar las “inmensas redes” de pesca que penden de la instalación ¡Qué Faena (r)! que ya se puede contemplar en Porta do Sol, solo que lo que guardan en su interior no es el néctar floral, sino una imponente batea.

Perfectamente cortadas, cosidas y rematadas, dichas mallas llevan el sello de la Asociación de Redeiras Atalaia, ganadoras en la categoría de Feminismo de los II Premios Pardo Bazán, organizados por FARO en colaboración con la Diputación de Pontevedra, y Marina Álvarez se mostraba ayer muy orgullosa de su trabajo y del de sus compañeras.

“En cuanto nos llegó la propuesta dijimos que sí, porque nos encantó la idea. Trabajamos a contrarreloj durante dos semanas, pero dicho y hecho: Nos mandaron el material y nos pusimos a coser todo. Con el montaje estuvimos unos tres días, porque nosotras ya dejamos todo preparado y solo era subirlas, alzarlas y montar el remate final”, explica esta redera de Atalaia.

Marina Álvarez señala que, personalmente, tanto para ella como para las otras cinco compañeras que trabajaron sin descanso supone “mucho” pasear por el entorno de Porta do Sol y saber que la estructura artística que la preside lleva también la huella de su nombre y de su oficio.

Así, esta redera de A Guarda destaca que “para nosotras es muy importante haber participado y que nos contactaran porque, por una parte, es una forma de visibilizar nuestro trabajo, que muchas veces parece que solo existen los barcos y las redes, pero no quien las hace y, por otra parte, es que es impresionante, fuera de lo normal, es una auténtica obra de arte”.

En cuanto a su confección, Marina afirma que “fue algo complicado porque había que cortarlas al bies para que tuvieran caída y era redes de cerco inmensas, tan inmensas que tuvimos que sacarlas a la explanada del puerto de A Guarda para poder cortarlas, pero muy bien, quedaron muy bonitas”, concluye.