El Puerto de Vigo prevé consolidar el muelle cultural de Portocultura con el emblemático ‘San Esteban’

Construido en el condado inglés de Devon, es el buque de acero y en servicio más antiguo de España, de 1902

El proyecto, en negociación con su dueña, Industrias Ferri

Acompañará al ‘Hidria Segundo’ y al ‘Evangelina’

El ‘Hidria Segundo’ y la goleta ‘Evangelina’, ayer en Portocultura.

El ‘Hidria Segundo’ y la goleta ‘Evangelina’, ayer en Portocultura. / Alba Villar

Lara Graña

Lara Graña

A la ciudad de Vigo la abrazan un buen manojo de sólidas compañías centenarias. Como las conserveras Valcárcel, Cerqueira, Albo o Antonio Alonso (ahora radicada en Bueu); los astilleros Cardama, Construcciones Navales Paulino Freire, Lagos y Armada; la pesquera Vieira o la logística Grupo Davila. Un muestrario al que le faltaba un exponente a flote, una embarcación tan vetusta como resistente capaz de exhibir cómo se hacían las cosas a principios del siglo pasado, cuando de la ribeira empezaban a salir a la mar pesqueros cada vez más sofisticados para abastecer las fábricas y la lonja de O Berbés.

Se completará este vacío de mano de la Autoridad Portuaria y con la incorporación a la dársena de Portocultura del buque San Esteban, comúnmente conocido como El Vaporín y ensamblado en 1902. Las negociaciones entre la institución que preside Carlos Botana y la propiedad del buque, la viguesa Industrias Ferri, están en marcha; la Fundación Traslatio confía en cerrar el acuerdo “en breve”.

De modo que El Vaporín, que ahora está amarrado en un muelle privado de recreo, acompañará salvo sorpresa a dos símbolos más en su emplazamiento: el vapor Hidria Segundo y la –también centenaria– goleta Evangelina. En el mismo lugar que el observatorio submarino Nautilus, estrenado la pasada primavera. Y quedará a tiro de piedra de otro exponente del naval vigués y la historia portuaria, el Rías Bajas.

El San Esteban se construyó muy lejos de la ría, en una localidad (Dartmouth) del condado inglés de Devon, a cargo del astillero Philip & Son. En su fase embrionaria llevaba el nombre de Venture, pero sería rebautizado cuando, en 1907, fue vendido a la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco-Asturiana. Allí, en Muros de Nalón, operaría como remolcador y quedaría vinculado para siempre a la historia de este pueblo: fue en este concejo asturiano donde recibiría el apodo de El Vaporín, que todavía lo acompaña.

El ‘San Esteban’, en  la pasada edición de Navalia.

El ‘San Esteban’, en la pasada edición de Navalia. / FdV

Los datos

  • Año construcción: 1902
  • Astillero: Philip & Son
  • Lugar: Dartmouth
  • Eslora: 16,8 metros
  • Manga: 4,15 metros
  • Registro bruto: 38,79 tons.

En sus más de 120 años ha tenido tiempo para escribir una intensa historia, con múltiples cambios de propiedad hasta que, en 1998 y ya con motor diésel –antes funcionaba a vapor–, una asociación denominada Sociedad Protectora del Remolcador de San Esteban lo adquirió por algo más de 6.000 euros (contados en pesetas, por entonces).

Obstinada contra un previsible final en un desguace, la auxiliar viguesa del naval le ha dado la oportunidad de escribir muchos más capítulos. El San Esteban ya se ha mostrado en la ciudad en un par de ocasiones, de hecho, en el recinto ferial de Cotogrande (Ifevi) y en el marco de la feria internacional Navalia. También fue la estrella del IV Congreso Iberoamericano de Ingeniería Naval, celebrado el pasado otoño en la ciudad de Sevilla, gracias al empeño de Ferri.

Preservación

Como avanzó FARO en su edición del 20 de mayo, la estrategia de la Autoridad Portuaria, dentro del programa de Crecimiento Azul (Blue Growth), pasa precisamente por la creación de un pantalán histórico-cultural frente a las oficinas de Portocultura, donde facilitar el atraque de los buques insignia del Puerto, logrando poner en valor el patrimonio marítimo local, al facilitar el atraque de los buques que forman parte de la historia de la ciudad, como son el Hidria o el Rías Bajas. Esta actuación quedaría enmarcada en el año en que la entidad viguesa cumple 143 años de historia, periodo en el que los citados buques y muchos otros han tenido un papel representativo.

El farero Rías Bajas, construido en 1967 por Construcciones Navales Yarza, acaba de ser sometido a trabajos de restauración en puente, cubierta y las bodegas. El presupuesto de esta actuación superó los 230.000 euros. Se procedió al desmontaje de la magistral del puente de gobierno para sustituir su base por una nueva pieza de madera de elondo –característica por su dureza– y se habilitó una nueva entrada por estribor.

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