La falta de examinadores en verano demorará casi 2 meses obtener el carné de conducir

“Habrá colas enormes para examinarse”, prevén las autoescuelas

Una práctica de moto por las calles de Vigo.

Una práctica de moto por las calles de Vigo. / José Lores

Uno se los planes de verano más habituales entre los jóvenes, y cada vez ya no tan jóvenes, es sacarse el carné de conducir. La ausencia de las clases y las vacaciones anima a los futuros conductores a aprovechar estos meses para estudiar la teoría y realizar sus prácticas. Pero es posible que hacer el examen quede únicamente en eso, un plan, ya que la falta de personal y examinadores de Tráfico durante los meses estivales demorará hasta mes y medio o dos meses la realización de las pruebas para la obtención del carné.

Esta es la previsión que vaticinan diferentes autoescuelas de la ciudad, que si bien difieren de esta situación a lo largo del año, sí coinciden en afirmar que en verano la lista de espera es notable. “De momento no podemos decir que nos encontremos con grandes demoras, pero una vez llega el verano sí. Los examinadores se van de vacaciones, cosa lógica, pero es que tampoco en las oficinas de Tráfico hay personal, no se ponen refuerzos y una persona que suspenda o quiera hacer el examen en junio, tendrá que esperar hasta finales de julio o agosto”, comenta Andrés Bugallo, de la autoescuela Faro, cuyo consejo es “que aprovechen estas semanas para no encontrarse con el verano en espera”.

Una percepción más crítica maneja Diego Núñez, responsable de la autoescuela Garfield. “Hay muchos interesados que aprovechan las vacaciones para ponerse con el carné, o que están fuera y vuelven a Vigo y están interesados en hacer el exámenes. El problema es que en la época de verano, la demora se puede ir hasta las 4 o 5 semanas”, relata Núñez.

Sistema CAPA

¿Qué determina la organización del calendario de exámenes? La DGT cuenta con un sistema que no cuenta con un gran apoyo, especialmente en esta época estival, por parte de las autoescuelas: el sistema CAPA.

Se trata de la fijación del cupo en base a la cantidad de aprobados en la teórica y la destreza durante los tres últimos meses, que condena a las autoescuelas a ratios minusvaloradas, ya que utiliza para el cálculo una época del año en que los centros de formación vial tienen una actividad menor. Esto, de cara a los meses de junio, julio y agosto, puede ser muy nocivo para las autoescuelas y los aspirantes al permiso, ya que se trata de fechas con una gran demanda de exámenes. “Capa mucho las posibilidades de los alumnos y también de muchas autoescuelas”, precisa el director de la autoescuela Faro.

Por su parte, el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Pontevedra, Alberto Bugallo, también aprecia estas dificultades de cara al verano pero apremia los cupos del resto del año. “Realmente quitando el verano no tenemos problema con la demanda; no hay un tiempo estipulado porque depende de cada caso y cada alumno”, sentencia.