El fin de los peajes en la autovía que une Vigo y Oporto sale adelante con el apoyo de la ultraderecha portuguesa

Los votos de Chega a la propuesta del Partido Socialista liberarán a la A-28 que discurre por Viana y seis viales más

El pago blando fue implantado en octubre de 2010 frente a un gran rechazo social en medio del rescate de la Troika al país

El fin de los peajes en la autovía que une Vigo y Oporto saldrá adelante con el apoyo de la ultraderecha portuguesa

El fin de los peajes en la autovía que une Vigo y Oporto saldrá adelante con el apoyo de la ultraderecha portuguesa / Jesús de Arcos

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Una extraña alianza entre socialistas y extrema derecha pondrá fin a los peajes en más de media docena de autovías de Portugal, incluyendo la que conecta la frontera gallega y Oporto por Viana do Castelo. El presidente de CHEGA!, André Ventura, avanzó a primera hora de la tarde el apoyo de su partido al proyecto de Ley del PS que eximirá del pago en las antiguas autopistas SCUT del país. Ese anuncio se materializó luego en la votación final.

Apenas una semana después de que los diputados de esta formación abandonasen la cámara mientras se entonaba el Grándola, Vila Morena en el 50º aniversario de la Revolución de Abril; ambas formaciones han unido ahora sus fuerzas (77 y 50 votos) en lo que supone la primera derrota parlamentaria de Luís Montenegro.

"Sería absolutamente incoherente si hoy no lo apoyásemos" anunciaba en la sede parlamentaria el líder de la formación, quien señalaba la "hipocresía" del Partido Socialista por no haberlo hecho posible durante los últimos ocho años desde el Gobierno. Sin embargo, Ventura entendía que esta idea "está por encima de los partidos" y por ello garantizaba su apoyo.

"Entendemos que una propuesta demasiado gradual y sin compromisos podría herir las expectativas de los portugueses"; lanzando además un mensaje a los ciudadanos del Algarve -donde fueron primera fuerza- y el interior del país: "Que sientan un alivio real en los peajes y que tienen un señal político de algo que les ha perjudicado durante tanto tiempo"

La Assembleia da República vivió este jueves una jornada histórica en la que se puso fin a una de las heridas más notables que dejó el rescate de la Troika en el país vecino. En un tenso debate con reproches a ambos lados del arco parlamentario se recordó que "las autopistas ya fueron pagadas tres, cuatro y docenas de veces por los portugueses".

Todo ello llega además con el segundo expediente de la Comisión Europea a España sobre la prórroga de la AP-9 hasta el 2048 todavía caliente y encima de la mesa. De esta manera, los gallegos vuelven a repetir medio siglo después uno de sus refranes más populares: Menos mal que nos queda Portugal.

La iniciativa parte de un proyecto de ley del Partido Socialista y permitiría crear una conexión de alta capacidad gratuita entre Galicia y el norte de Portugal.

La propuesta anunciada a principios de abril por el exministro de Infraestructuras y actual líder del partido, Pedro Nuno Santos, cuenta con el apoyo del Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués.

Diferentes posturas de los partidos

Además de las diferencias entre los dos partidos de izquierda de la cámara lusa a la hora de liberar las concesiones, el PS debía negociar después de que las formaciones de centroderecha del Gobierno presentaran su propia resolución. PSD y CDS habían apostado por una “reducción gradual y financieramente responsable de los peajes en el interior y grandes áreas metropolitanas del país” tal y como reseña la prensa lusa.

Los liberales de IL reclaman evaluar el costo-beneficio y los animalistas del PAN piden renegociar los contratos de colaboración con las empresas privadas.

Sin embargo, desde las filas socialistas consideran que es una propuesta “factible, justa y oportuna”. Así lo ratifica Isabel Ferreira, exsecretaria de Estado de Desenvolvemento Regional y responsable de la ponencia. La diputada asegura que su partido ha “sido coherentes en su compromiso con la reducción gradual de las tarifas de los peajes hasta su eliminación” con bonificaciones en los últimos años.

CLAVES

  1. Vías de peaje blando durante la crisis

    El rescate de la Troika en 2010 obligó a implantar arcos de pago electrónico y tasas de menos de 1 euro por el uso de estas autovías en todo el país.

  2. Cohesión territorial pero sin acuerdo

    El objetivo es reducir las diferencias entre territorios que deben asumir estos peajes, pero la geometría parlamentaria no arroja una postura clara todavía.

  3. Una postura contradictoria

    El PS votó en contra de esta medida en 2018 y 2023. En España, el PSOE todavía no ha explicado cómo liberará de peajes la AP-9 pese a prometerlo.

Pese a votar en contra de esta misma propuesta en 2018 y 2023 –con mayoría absoluta en este caso– la vicepresidenta del grupo parlamentario socialista cree que en ese momento el Gobierno estaba “todavía en un proceso de paulatina reducción de peajes con un grupo de trabajo para estudiar sus costes asociados a movilidad y descarbonización”.

Esto suma un paralelismo más entre la situación al norte y sur del río Miño. En España el PSOE se ha comprometido a eliminar los peajes de la Autopista del Atlántico, siendo su gratuidad una de las promesas de Besteiro en las elecciones gallegas de febrero.

Sin embargo, el Gobierno todavía no ha definido públicamente su posición sobre el expediente de la Comisión Europea de la prórroga de la concesión de esta autopista hasta el 2048 ni cómo se convertiría en “pública”. También se ha opuesto en los últimos años a su traspaso a Galicia.

Herida del rescate de 2010

La propuesta incluye también otras autopistas como la A4 (entre Vila Real y Bragança), la A13 y A13-1 (conexiones de Coímbra y Setúbal por el interior), la A22 (longitudinal del Algarve hasta Ayamonte) y la A25 entre Castelo Branco y Guarda en el interior del país.

Todas estas infraestructuras forman parte de las consideradas autopistas SCUT (Sem Custo para o UTilizador) impulsadas desde 1997 por el actual secretario general de la ONU, António Guterres. Sin embargo, la gravísima crisis económica provocó que entre octubre de 2008 y 2010 se fueran implantando peajes “blandos” en estos viales.

Ese año la Troika aplicó un rescate económico al país e intervino de forma directa en su política, obligando a instalar pórticos electrónicos de pago pese a la fuerte contestación política, social y empresarial a ambos lados de la frontera.

Tras una caída del 30% en el tráfico durante los primeros años, las cifras se recuperaron antes y después de la pandemia; la A-28 que une Oporto y Galicia por la costa se ha consolidado como la mejor alternativa a la autopista A-3 por Braga, siendo mucho más económica.

Transportes se pronuncia sobre la AP-9: “Que la expliquen otros”

El Ministerio de Transportes reaccionó esta semana por primera vez al informe de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), que considera la prórroga del peaje de los peajes de la AP-9 y AP-66 (en Asturias y León) es ilegal y sostiene que el Gobierno del PP de José María Aznar amplió la concesión a Audasa y Aucalsa en el año 2000 para luego sacar más dinero con la privatización que se hizo de esa empresa en 2003.

José Antonio Santano, secretario de Estado y número dos de Puente, aseguró en Gijón que “fueron otros los que tomaron esas decisiones (sobre la prórroga) y son otros los que deberían dar explicaciones”. “Solo puedo decir dos cosas. No fue un gobierno de nuestro color el que tomó esas decisiones, fue Aznar. Nosotros sí hemos hecho algunas cosas importantes como bonificar peajes”, añadía en Asturias. La Comisión ha dado al Gobierno central dos meses para responder a ese informe.

El Ejecutivo formado en la pasada legislatura y liderado por el PSOE, cuando Raquel Sánchez era ministra de Transportes, defendió la legalidad de la ampliación del PP. De momento, el equipo actual del Ministerio mantiene la prudencia a falta de dar a conocer su posición definitiva.

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