Balaídos como sede del Mundial, un partido de ida y vuelta

Los protocolos de colaboración para las obras necesarias en el estadio vuelven a enfrentar a Concello, Xunta y Diputación

Aspecto interior del estadio de Balaídos, sede propuesta para el Mundial de 2030

Aspecto interior del estadio de Balaídos, sede propuesta para el Mundial de 2030 / Marta G. Brea

La financiación de la reforma del estadio municipal de Balaídos vuelve a ser motivo de enfrentamiento entre el Concello y una institución gobernada por el Partido Popular. Hace meses, fue la Diputación. Ahora, la Xunta, tras ofrecer el jueves al Ayuntamiento olívico y al de A Coruña –estadio de Riazor, también de titularidad municipal– arrimar el hombro en materia económica a la hora de pagar las obras necesarias para que sean elegidas sedes del Mundial de fútbol de 2030.

El segundo teniente de alcalde y concejal del área de Fomento y Servicios del Concello de Vigo, Javier Pardo, lamentó que el gobierno gallego remitió al vigués un protocolo “sin mencionar para nada la financiación de las actuaciones a realizar”. “No contribuyen económicamente al planteamiento de la ciudad de Vigo”, indicó antes de avanzar que el Ayuntamiento “le enviará un nuevo protocolo con compromisos de financiación”. También se lo mandarán al Gobierno y la Diputación.

Desde la Xunta explicaron que por ahora no hay “proyecto ni presupuesto” de lo que serían las obras en Balaídos, y que por tanto “no aparece la financiación en el protocolo”. “En el protocolo no puede especificarse la información de la financiación cuando todavía no hay el proyecto de lo que se va a hacer; sería una tomadura de pelo”, apostillan desde el Gobierno autonómico.

La Diputación reiteró su voluntad de pagar parte de la reforma del estadio vigués: también ayer, el presidente provincial, Luis López, anunció que remitirá al Concello un protocolo de colaboración conjunto para lograr que “o estadio de Balaídos sexa sede do Mundial de fútbol de 2030”. Su intención es “recalcar o compromiso para que Vigo poida cumprir as esixencias da FIFA” y “establecer un marco de colaboración institucional entre as administracións participantes”. En enero, fue el Concello el que le envió un convenio para la nueva grada de Gol, la única pendiente.

La remodelación del estadio de Balaídos siempre ha ido ligada a la palabra convenio. Así se ejecutaron las actuaciones hasta la fecha: protocolos de colaboración del Concello con la Diputación –primero, con el PP al mando; después, con el PSdeG y el BNG en coalición– y el RC Celta. Ahora, quiere sumarse a la ecuación la Xunta.