Abrir corazones para iluminar cerebros

La médica que logró el décimo puesto en la última prueba MIR fomentó vocaciones científicas ayer en Las Acacias diseccionando órganos con alumnas de 6º de Primaria

Jornadas de empoderamiento STEAM para impulsar el desarrollo de las alumnas

Pedro Fernández

De las más de 13.000 personas que este enero se presentaron a la prueba MIR, ella fue la décima mejor. Es María Álvarez Nájera. No perseguía entrar en ese top ten. “Para mí, el éxito más que un número es que voy a poder hacer mi especialidad soñada, en el hospital que quiera”, explica. Y lo que quiere hacer es Cardiología en Madrid. Ayer trasladó su pasión por ese mundo a alumnas de sexto de Primaria del colegio Las Acacias. Diseccionando corazones y riñones de vacas y cerdos, en esta ocasión, su objetivo era alumbrar vocaciones científicas entre las niñas.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, el centro concertado organizó ayer esta jornada STEAM –acrónimo de science, technology, engineering, the arts, and mathematics–, a la que invitaron a la doctora Álvarez, hermana de una de las alumnas. “Que las niñas vean este ejemplo es muy bueno”, destaca la directora del colegio, Catalina Núñez. Es alguien cercano que les demuestra que es algo a lo que pueden aspirar.

“Ojalá alguna se haga del sector sanitario, pero que por lo menos que lo recuerden”, destaca María. Ella no olvida el taller similar que le dieron hace ya una década. “Me sigo acordando y me gustó mucho”, cuenta esta hija de padre gallego, que nació en Madrid y se trasladó luego con su familia a Estados Unidos –Miami, Washington...–. Cuando regresaron a España, se instalaron en Vigo, aunque ella estudió Medicina en la Universidad de Navarra.” Espero transmitirles mi pasión y que disfruten tanto como yo preparándola”, deseaba antes de empezar. “Es una oportunidad. Contar con gente de fuera que tiene la experiencia fija más el conocimiento”, apoya la directora de Las Acacias.

En inglés y ante las familias que quisieron acudir a ver cómo trabajan sus hijas en el centro escolar, empezó con una presentación sobre ciencias de la salud para dar paso luego a la parte más práctica. A través de láminas y de libros de texto, las alumnas ya conocían las partes que componen un corazón o un riñón. Ayer los pudieron tocar. Aunque eran de vaca y cerdo, la anatomía es parecida a la humana y en el segundo, incluso es similar el tamaño. Tras diseccionar los órganos, María les propuso el reto de identificar sus diferentes estructuras.

En la vida real

“Es importante para ver que el conocimiento que aprenden en las aulas se puede aplicar en la vida real, que no solo está en los libros”, entiende la doctora Álvarez.

Ella le dedicó mucho tiempo a sus apuntes para sacar la carrera y para obtener el puesto 10 en el MIR, pero considera que si no fuera una “apasionada” de la Medicina, no lo habría logrado.

Ahora va a escoger Cardiología para especializarse. “Es la asignatura que más he disfrutado estudiando, que más me ha gustado en las prácticas y lo más importante es que yo me veo cardióloga”, resalta.

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