Una romería en el balcón de Vigo

La parroquia de Valadares celebra por todo lo alto el día de San Bartolaméu | Decenas de feligreses acompañaron al santo en la procesión hasta la cima del monte Alba

Mario Costas

Desde las 9.00 horas los fieles ya se congregaban en la iglesia parroquial de Valadares para cargar la imagen del santo hacia la capilla del monte Alba, en una travesía de más de cinco kilómetros con grandes pendientes que sortear. A pesar de lo tortuoso del camino, los devotos se iban turnando constantemente para llevar a hombros al santo, aunque solo fuesen unos metros. Ya en la cima del monte, la imagen de San Bartolaméu se unió a la de la virgen del Alba en la ermita que allí se encuentra. Tras la misa de las 12.00 horas, ambas imágenes salieron en procesión, dando una vuelta alrededor de la capilla y volviendo a entrar en la misma al acabar. Después de este pequeño desfile, los feligreses se agolparon en el altar para recibir los tres famosos croques en la cabeza que, según la leyenda, quitan todos los miedos.

Una romería en el balcón de Vigo | A.V.

Abel Caballero, Nieves Lorenzo y Ángel Rivas junto a una vecina. / Alba Villar

Un ambiente festivo que ni siquiera el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se quiso perder. El regidor puso en valor la importancia de todas las festividades de la ciudad: “Las fiestas de las parroquias son una cultura con siglos de tradición, y como tal queremos mantenerlas porque es parte de la historia de Vigo”. El alcalde se mostró muy cercano con todos los vecinos allí presentes, intercambiando pareceres con todo aquel que se acercaba a hablar con él. “La clave de todo es escuchar mucho a la gente, atender lo que dicen, sintetizarlo todo y transformar la ciudad”, explica el intendente, quien además quiso recalcar que el rural vigués tiene suma importancia en la plaza do Rei: “Estamos haciendo muchas humanizaciones en las afueras, trabajamos exhaustivamente por cuidar todas las partes de nuestra ciudad. El éxito de Vigo reside en que todo va, todo tira”.

Una romería en el balcón de Vigo | A.V.

Carmen Alonso y Ramón Álvarez. / Alba Villar

“Es muy complicado organizar un evento así, estamos todo el año buscando como financiar todo esto”, afirma Nieves Lorenzo, presidenta de la fiesta de la Virgen del Alba. Para ella el hecho de hacer comunidad es uno de los pilares de esta festividad: “Muchos vecinos nos juntamos hoy, compartimos una gran comida, mantenemos todo el monte limpio y disfrutamos de una gran tarde”. Preguntada por la gran devoción que los vecinos tienen por el santo, la presidenta expone: “Todos venimos por la fe. Este no es un santo al que se le suelan hacer promesas como por ejemplo al Cristo. La admiración es tanta que, a pesar de la dificultad del camino, se mueren por llevar la imagen, aunque sea un rato”.

Una romería en el balcón de Vigo

Saray Misa y Iago Fernández. / Alba Villar

Entre las decenas de feligreses presentes se encontraban Carmen Alonso y Ramón Álvarez. Ambos llevan viniendo más de 50 años a la romería de San Bartolaméu. “Es una vida viniendo a esta fiesta, el arraigo que tenemos con el santo es una sensación indescriptible”, confiesa Carmen. Para Ramón, esta celebración se mantendrá a lo largo de las generaciones: “Igual no será lo mismo, pero creo que se todo esto perdurará, es una tradición preciosa e importante”, abunda. En representación de esas nuevas generaciones que se encargarán de prolongar esta costumbre durante las próximas décadas, destaca Saray Misa. “Vengo con mi familia desde que era pequeña, hacemos un gran picnic, es como una reunión familiar”, explica.

Tanto la imagen de San Bartolaméu como la de la Virgen del Alba se mantendrán en la capilla del monte Alba hasta el próximo día 8 de septiembre, cuando serán llevadas de vuelta a la iglesia parroquial de Valadares, en lo que se espera que sea otra multitudinaria procesión.