Entrevista | Javier Touza Presidente de ARVI y portador del estandarte

"Me acompañarán dos armadoras; el papel de la mujer en la pesca es enorme

Javier Touza asume con responsabilidad la distinción de portador del Cristo de la Victoria, reconociendo el papel de las mujeres y recordando a los que ya no están

Javier Touza, junto al estandarte.

Javier Touza, junto al estandarte. / Marta G. Brea

Marta Tiago

-¿Qué le supone ser la persona elegida para portar el estandarte este año?

-En un honor que la Junta Directiva de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria me hayan designado por unanimidad como portador del estandarte este año. A su vez, considero que es una gran responsabilidad. Entiendo que existe una enorme vinculación entre el Cristo de la Victoria y lo que es Vigo y su área de influencia, junto al mar y a la pesca. Creo que están todos ellos intrínsecamente relacionados y en un momento de especial dificultad e incertidumbre para nuestro sector, el pesquero.

Esta designación es un reconocimiento que porta muchos ánimos y mucha fuerza para seguir luchando y mantener esta actividad, pese a que sea muy dura y muy sufrida, tan gratificante y entendemos que tiene mucho futuro.

-Además del reconocimiento, se trata de una enorme responsabilidad que sea usted el elegido para representar a todo un sector.

-Aprovechando la designación, pese a ser nominativa, yo quiero hacerla de forma extensiva teniendo en cuenta a toda la cadena “mar-industria” y todo aquel factor que este vinculado a la pesca. Personalmente, he querido hacer una especial consideración hacía dos colectivos que entiendo que requieren – o al menos así lo deseo yo – visibilidad.

Por una parte, el enorme e histórico papel que desempeñan las mujeres en nuestro sector, tanto desde el punto de vista productor (armadoras, tripulantes, mariscadoras…) como desde el de elaboración (plantas de elaboración y conserveras). En especial consideración tenemos a las mujeres que se encuentran en las lonjas, que se levantan todos los días a las 4.00 de la mañana para elaborar este preciado manjar. Ya que tengo que designar a dos personas para que me acompañen llevando el estandarte, he decidido hacerle un guiño a este colectivo. Tengo el honor de ir con dos armadoras de mucho fuste: una, con una experiencia ya dilatada en flota de altura, Pilar Estévez y, la otra, que corresponde a lo que podemos llamar como “nuevas generaciones”, “relevo generacional” o “sangre joven”, centrada en la flota de gran altura, Isabel Núñez.

Por otra parte, lógicamente deseamos recordar a todas aquellas personas de mar que, desgraciadamente, hemos perdido a lo largo de estos años y que los llevamos en el corazón. Al final del día, la procesión del Santísimo Cristo de la Victoria no deja de ser una manifestación de fe, de esperanza y de recuerdo de los nuestros que no nos acompañan.

Esperamos que las esposas, madres e hijas de los 5.000 tripulantes que tenemos a bordo en buques por todo el mundo lo entiendan y les guste, así como todas las familias que tengan algún ser querido en la memoria. Dentro de la humildad, queríamos compartirlo con los colectivos.

-Ha aprovechado este momento también para lanzar un mensaje con una fuerte carga social.

Correcto. Al final el mensaje es que disponemos del principal activo: el capital humano. Algo que es imprescindible y que tiene un valor extraordinario. Al fin y al cabo, es lo que le aporta un valor diferencial a nuestra pesca. ¿Por qué muchas veces se plantea el porqué España es líder en pesca o si Galicia representa la mitad de la pesca española? Pues igual es por una serie de connotaciones que van adheridas a nuestro ADN, como llevar el salitre en la sangre. Esa tradición, transmitida de padres a hijos, es un factor de enorme responsabilidad que implica luchar por seguir manteniéndolo.

-¿Cuál es su relación con el Cristo de la Victoria?

El Cristo, el mar y la pesca siempre han estado muy interrelacionados. Cuando sale la procesión, tiene una especial consideración con el Berbés y los barcos que tenemos en tierra hacen su toque de bocinas. Es una forma de visualizar el mar y la pesca con el Cristo de la Victoria. Además, pesa mucho la antigua leyenda del “Cristo de la Sal”. Cuenta que hace más de 200 años, un buque mercante que cargaba sal para nuestra industria pesquera se encontró al Cristo en el fondo del mar. Se hizo una misa especial, los marineros fueron descalzos y el Cristo quedó aquí depositado. Repito: mal, salitre, Cristo, Vigo. Todo esto va intrínsecamente unido.

-¿Alguna vez pensó que sería usted quien, llegado el día, portase el Cristo?

Nos encanta y nos llena de satisfacción, pero con toda la humildad del mundo, consideramos que habría otras personas que merecen portar esta distinción.