Navidad en Vigo

Lluvia... de luces, colores e ilusión

Unas 45.000 personas asistieron al acto de encendido del alumbrado en Porta do Sol y su entorno, que fue seguido por medios nacionales e internacionales | Caballero: “Empezó la Navidad en el planeta”

Y se hizo la luz en Vigo. Pasaban las 19.00 horas cuando el alcalde, Abel Caballero, pulsó el botón para hacer brillar en Porta do Sol los 11 millones de luces LED a los pies del árbol gigante, arropado por los 19 concejales de su equipo de gobierno y su esposa, Cristina Alonso. “¡Empezó la Navidad en el planeta!”, pregonó poco después de completar la cuenta atrás desde 10 en inglés, castellano y gallego, en este orden.

El encendido fue presenciado por unos 45.000 ciudadanos

Gracias a su “decreto”, bromeó, hizo que dejase de llover minutos antes de comenzar el acto de encendido, cubierto por 36 medios de comunicación nacionales e internacionales –como las agencias de noticias France Press o Associated Press– y más de 90 periodistas acreditados. De forma presencial, y con la ayuda de dos pantallas grandes en Policarpo Sanz y la Farola de Urzáiz, el evento fue presenciado por unos 45.000 ciudadanos. La previsión municipal es que pasen por la urbe más de 3 millones de personas, incluso 4 millones, en los casi dos meses que permanecen activas las luces y se genere un retorno económico de entre 500 y 1.000 millones de euros.

No hubo chubascos ni mascarillas, pero sí nieve –salió disparada desde varios cañones–, confetis... y música. Volvió a sonar el clásico Happy Xmas (War Is Over), de John Lennon, y debutó Englishman in New York, de Sting, que actuó el pasado verano en la urbe olívica. Mientras, el árbol bailó con su característico juego de luces y deleitó a los asistentes de Porta do Sol –con aforo de 9.000 personas; empezó a llegar gente horas antes– y el entorno.

Con micrófono en mano, el alcalde, vitoreado a su llegada al escenario, dio la bienvenida a los presentes y a los que siguieron el acto telemáticamente. Lo hizo hasta en inglés y mostrando su característica energía. “Vigo da luz verde a la Navidad. Después, arrancará en Nueva York, Londres, París, Roma y el resto de España. Esto nos hace sentir felices, orgullosos y contentos”, apuntó tras poner en valor que Vigo es una ciudad “laboriosa, capaz de fabricar automóviles y barcos, pescar e investigar”. “Trazamos una senda de economía. Vigo vive en el mundo. Todo esto se debe a los vigueses y viguesas. ¡Os quiero, os quiero y os quiero!”, añadió.

También tuvo palabras de cariño para los visitantes, llegados desde numerosos puntos de Galicia y España –Asturias, Islas Baleares, Andalucía o Cataluña–, incluso de Portugal: “¡Os queremos, os queremos y os queremos! Os recibimos con los brazos abiertos, como amigos. Nos gusta que la gente venga a la ciudad. Nos sentimos emocionados de poder encender las luces de Navidad para todos”.

Antes de apretar el botón, el alcalde se acordó de las personas que se llevó la pandemia del COVID: “Las llevamos en nuestro corazón. Es gente que querría estar aquí y no puede”. Además, destacó el “impulso” a la cultura de la Navidad que lleva a cabo el gobierno municipal, una tarea que “continuará” con el paso de los años, según prometió, a la vez que reconoció el trabajo de su equipo en el Concello y del resto de gente para lograr alumbrar un evento “inigualable” que comenzó ayer con el acto de encendido de los adornos de unas 400 calles. “Lo siguen la Estación Espacial Internacional y el telescopio James Webb”, bromeó Caballero, que añadió a su intervención los tradicionales “¡Viva Vigo!” y “¡Feliz Navidad!”.

Porta do Sol volvió a acoger el acto de encendido de las luces una vez humanizada, y lo hizo, sorprendentemente, sin gota de agua en una jornada marcada por la lluvia. Funcionó el cambio de hora realizado por el Concello, que, en un inicio, marcó las 20.30 horas, momento en el que sí se registraron precipitaciones en el centro. Justo dejó de llover minutos antes de empezar el acto. “Es algo extraordinario”, reconoció el alcalde.

El encendido de las luces trajo bajo el brazo la puesta en marcha de la atracción con más cartel de la Navidad de Vigo: la noria gigante de Colón, a la altura de la Alameda, a la que le hace seria competencia este año la montaña rusa de los jardines de González de Haz, también en funcionamiento desde ayer. A unos metros, el mercadillo navideño, el denominado Cíes Market, abrió sus puertas: fue la opción escogida por muchos vigueses y visitantes para cenar y poner el broche de oro a la primera jornada con espíritu navideño.

El alumbrado se iluminará a las 18.30 horas y se apagará a las 00.30 horas de lunes a miércoles. Dejará de brillar de jueves a domingo, en vísperas de festivo y los días especiales –24, 25, 30 y 31 diciembre y 1, 5 y 6 enero– a las 2 de la mañana. Caballero subrayó en varias ocasiones que se recorta el tiempo de funcionamiento de las luces “para ahorrar energía”: en total, “más de un 15%”.

En las próximas semanas, la oferta engordará con la apertura en Coia del Circo de Nadal y los hinchables, la pista de patinaje de Samil o el parque de atracciones de Barreiro, con una montaña rusa, un scalextric, un tren navideño, hinchables y hasta futbolines bajo una carpa. Habrá, además, trenes turísticos y hasta un barco que navegará por la ría.

Impulso para los negocios

La Navidad de Vigo se enciende con la esperanza de servir de trampolín para sectores a los que, todavía sin haber curado las heridas de la pandemia, intentan tapar otras relacionadas con la inflación. Se prevé que sea agua de mayo para los hoteles y los negocios de restauración, sobre todo, en el centro de la ciudad, así como para los taxistas y el comercio, puesto que, según los cálculos del alcalde, la cifra de visitantes superará los 3 millones y podría llegar incluso a alcanzar los 4.

Precisamente, para facilitar la movilidad en el centro de personas y vehículos, el Concello paraliza las obras en la vía pública desde el 17 de diciembre a las 00.00 horas hasta el 9 de enero a las 8.00 horas.

La careta de Caballero triunfa entre el público

La tienda de disfraces Don Disfraz repartió de forma gratuita caretas del alcalde, Abel Caballero, entre el público del acto de encendido de las luces, un gesto que transparenta la relación directa que existe entre el bum navideño y el regidor olívico, el artífice de la transformación de este evento en una cifra multitudinaria. En el reverso del cartón, una frase: "La Navidad de Vigo es la mejor del mundo. Lo saben hasta en Nueva York".

Suscríbete para seguir leyendo