Poco después de ponerse el sol, empezó una batería sucesiva de rayos que se prolongó varias horas y cuya frecuencia empezó siendo muy corta. Apenas segundos entre uno y otro destello, que iluminaron el cielo de noche cerrada, desde Vigo hasta más allá de la península de O Morrazo. Entre las ocho de la tarde y las once de la noche, y según Meteogalicia, se registraron en la franja suroeste de la Comunidad gallega cerca de 1.000 rayos, acompañados de tormenta y aparato eléctrico.