Las expropiaciones para construir la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves (Plisan) traen de cabeza al Puerto, la Zona Franca y la Xunta -promotoras de la megaobra- nueve años después de ocuparse las 5.800 parcelas en las que se proyectó la infraestructura. Las citadas administraciones han desembolsado hasta ahora 42.981.000 euros por los cuatro millones de metros cuadrados que iba a tener en principio el llamado Puerto Seco, superficie después rebajada a tres millones tras excluirse una parte por sentencia del Tribunal Supremo, pero aún le quedan por pagar los derechos mineros reconocidos por el Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en miles de fincas. La Consellería de Industria es la encargada de la tasación, y fuentes autonómicas señalan que existen en concreto 3.000 en las que se acredita un aprovechamiento potencial de recursos por el que habrá que resarcir a sus exdueños. Todavía siguen produciéndose fallos judiciales sobre estos derechos.

El estudio está en fase avanzada y en los próximos meses podría empezar a realizarse el pago, según indican las susodichas fuentes, que eluden aventurar una cifra ya que el cálculo resulta muy complejo. Las primeras sentencias reconocieron 4,03 euros por m2. Este valor situaría el total a abonar en 12 millones, a los que habría que sumar los intereses por los años transcurridos. Sin embargo, fuentes de Zona Franca y el Puerto apuntan que en la cascada de fallos judiciales posteriores existen precios menores al valorarse factores como el porcentaje y calidad de los minerales -jabre y granito descompuesto "sin que pueda extenderse a gravas, arenas o arcillas", señala un informe del Consorcio-, y otros informes periciales del procedimiento expropiatorio. Algunas resoluciones judiciales rebajan el metro cuadrado a 1,70 euros, lo que reduciría de forma importante la indemnización estimada tras el primer fallo del TSXG.

Las administraciones promotoras ya tuvieron que desembolsar el año pasado más de seis millones por la diferencia entre la tasación inicial (5,82 euros/m2) y la cantidad fijada después por el Xurado de Expropiación de Galicia (7,79) tras avalar esta última el Tribunal Superior. La alta instancia gallega rechazó los recursos de Xunta, Zona Franca y Puerto contra ese precio. Junto a la cuestión pendiente de los recursos mineros existen además sentencias que obligan a indemnizar por cultivos y diversos tipos de árboles como castaños, pinos y ejemplares de ribera. La cuantía final, así las cosas, es aún una incógnita.

El Puerto posee un porcentaje del 60% de la propiedad, la Zona Franca un 21% y la Xunta el 19% restante. Cada uno de los promotores indemniza a los afectados en función de ese reparto. El pago por la diferencia entre la tasación inicial y la del Xurado no incluyó el millón de metros cuadrados excluidos de la Plataforma Logística por la sentencia emitida por el Tribunal Supremo el 7 de junio de 2010. Ésta anuló el proyecto sectorial del Puerto Seco al incluir un millón de metros cuadrados de terrenos que tenían la clasificación de rústico de protección forestal y en los que, por lo tanto, no se podría actuar. La sala también concluyó que era ilegal la posible rebaja del 10% de cesión del aprovechamiento lucrativo a favor de los ayuntamientos en los que se asentaría la plataforma. De este modo la expropiación realizada allí se declaró nula de pleno derecho.

El proyecto sectorial fue modificado por la Xunta, retirando de la Plisan el millón de metros afectados por la resolución judicial. Este cambio resistió el recurso de los expropiados, que lo consideraban ilegal al sostener que se omitieron requisitos obligatorios en la tramitación como la evaluación del impacto ambiental. El Supremo avaló la nueva superficie, lo que despejó el camino a retomar la Plisan. Los responsables de Xunta, Puerto y Zona Franca se reunieron este mismo mes para reactivarla. Fuentes de la Consellería de Infraestructuras aseguran que todos los litigios y pagos pendientes de la expropiación "no interfieren en la urbanización". De momento los terrenos se encuentran en estado de abandono. La superficie del Puerto Seco tiene el aspecto de un erial, salvo por la existencia de algunas balsas. El acceso financiado con fondos europeos desde la Autovía das Rías Baixas (A-52) se interrumpe al llegar a los dominios de la plataforma, cuyas obras se han limitado hasta ahora al movimiento de tierras.