La rehabilitación del antiguo Cine Fraga para convertirlo en nuevo teatro se ha interrumpido tras varios meses en los que la actividad ha sido mínima. El 85% de las obras están ejecutadas, pero no hay fecha para inaugurarlo y desde principios de agosto no avanzan. El motivo, según explican varias fuentes, son diferencias presupuestarias entre Novacaixagalicia, propietaria del edificio y promotora de la reforma, y la empresa adjudicataria, Aldesa. Fuentes de la caja han confirmado la paralización y señalan que "en estos momentos se está negociando con la constructora alguna revisión presupuestaria en aspectos muy determinados del proyecto, dentro de lo previsto en una obra de la singularidad de la remodelación del Teatro Fraga".

La firma que ejecuta la remodelación, según fuentes cercanas a la obra, asegura que el gasto ha sido superior a lo previsto en algunas partidas y demanda más fondos para sufragar la diferencia y reanudar las obras. La caja y una empresa especializada que se encarga del seguimiento mantienen que el presupuesto está ajustado. Las partes y la dirección de obra mantendrán una reunión a principios de septiembre para tratar de llegar a un acuerdo y completar la rehabilitación, diseñada por el arquitecto César Portela y adjudicada por 25 millones de euros. El fin de los trabajos ha sufrido ya varios retrasos. En un principio se anunció abril de 2010 para la inauguración, después se aplazó a otoño y la última fecha concreta ha sido febrero de 2011.

Novacaixa, inmersa en la constitución de NCG Banco, explica que no hay previsión de inauguración, aunque resta relevancia a la interrupción de las obras. "La cita [de septiembre] se enmarca dentro del calendario regular de encuentros que se vienen desarrollando periódicamente desde el inicio de las obras", según las mismas fuentes. La sala principal de 1.200 butacas –aforo que la convertiría en la segunda mayor de la ciudad tras la del Auditorio Mar de Vigo, de 1.500– está en su recta final, y falta el panelado y la colocación de las butacas, además de algunos acabados, indican fuentes conocedoras de la actuación, quienes estiman en un 15% los trabajos que restan para concluir la remodelación.

El fin de la obra no es la única incógnita por despejar, ya que después hay que dotar el edificio de contenido y definir la programación. La obra social de Novacaixa depende por un lado de los beneficios, –que en el primer semestre de año se han reducido un 73,6% para colocarse en 26,3 millones–; y por otro del remanente de Tesorería. De los 83,2 millones destinados en 2011 a obra social, 32 provienen de beneficios y el resto de remanente. Las prioridades de la inversión además son la ayuda social y los programas para atajar la crisis.

A ello se une otro factor determinante. La primera inyección del Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (FROB) a la caja establecía entre las condiciones del Banco de España que no se comprometiese más gasto para obra social que el dispuesto para financiar las infraestructuras actuales y pagar compromisos pendientes.

La ambiciosa reforma, que respeta el diseño original del edificio –proyectado en 1942– fue concebida para convertir el Teatro Fraga en un referente cultural. A su auditorio se unen una biblioteca, sala multiusos y centro de nuevas tecnologías. El histórico inmueble del cruce entre las calles Colón y Uruguay, adquirido por la institución financiera en 2001, tiene una superficie de 7.000 metros cuadrados.