La CRUE trabaja en una propuesta propia para adaptar la ABAU y pide “prudencia”

Los rectores avisan de que no basta unificar el calendario de las pruebas si no se toca el de preinscripción | Aconsejan tener en cuenta la fase voluntaria, que permite subir nota

Alumnado en la prueba de la ABAU.

Alumnado en la prueba de la ABAU. / Marta G. Brea

Carmen Villar

Carmen Villar

Las comunidades gobernadas por el PP pactaron el lunes un frente común para unificar fechas, contenidos y criterios de corrección en la ABAU, lo que presentaron como una prueba “común” que se aplicaría el próximo curso. Según el real decreto que regula la prueba publicado en junio, no solo las autoridades educativas de los ejecutivos autonómicos pueden opinar sobre el acceso a los campus: las universidades también tienen algo que decir, y ayer se pronunció la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas CRUE. Lo hizo para reclamar “prudencia” a la hora de abordar cualquier cambio, para llamar la atención sobre la relevancia de hacer coincidir el calendario de preinscripción y no solo el de realización del examen y para avanzar que trabaja en un “documento de orientaciones” para “homogeneizar” la prueba.

Por ahora la CRUE no opina sobre la propuesta de las autonomías populares. En un comunicado, los campus se emplazan a conocer en detalle el documento que desarrolla la ABAU citada para realizar una valoración “concreta y precisa”. No obstante, tal y como indicaban las comunidades dirigidas por el PP que el lunes pactaron una nueva selectividad, sí confirman un encuentro con representantes del partido y conocer el proyecto. Entonces, explican los rectores, se “recomendó” al PP “que no solamente se hablara de un calendario conjunto para la celebración de las prueba, sino que también se igualaran los calendarios de preinscripción y matrícula de toda España”. “De lo contrario”, avisan, “se seguiría generando una situación de desigualdad”. “Quizás incluso más gravosa que la generada por el actual calendario”, enfatizan. La propuesta del PP no incluye especificaciones en ese sentido.

Llamamiento a la prudencia por el alumnado de años anteriores

La CRUE añade que “se pidió mucha prudencia” de cara a adoptar decisiones, ya que la ABAU “no solo afecta” a quienes acaban ese año Bachillerato, sino que se presentan los que finalizaron dos o tres años antes y “aspiran a subir nota”. De ahí que destaquen que “tan importante como el acceso es la admisión”, la parte que atañe a la fase voluntaria del examen, que permite subir hasta cuatro puntos, de 10 a 14, y que resulta decisoria en carreras con mucha demanda. “En esos cuatro puntos de admisión”, argumenta la CRUE, “es donde se producen las mayores diferencias”. El texto pactado por las autonomías del PP, Galicia entre ellas, solo regula las materias de la fase obligatoria. 

Grupo de trabajo propio

Pero las universidades no solo matizan, sino que también “están trabajando” en una propuesta propia a través del Grupo de trabajo de Acceso de la comisión sectorial CRUE-Asuntos Estudiantiles. En concreto, la CRUE detalla que está enfocada en la elaboración de un “documento de orientaciones” asumiendo el artículo de la norma publicada en el BOE que “expresamente” atribuye a las administraciones educativas y a las universidades “la posibilidad de hacer una homogeneización tanto en lo relativo a las características de los ejercicios como en lo concerniente a los criterios de corrección y calificación”. El documento del PP toca esos ámbitos: en canto a los ejercicios, propone hacer el mismo tipo de preguntas y se fija cuánto descuentan las faltas, por ejemplo.

Colaboración

En todo caso, la CRUE “insiste” en que “cualquier modificación de una prueba tan compleja” como la ABAU debe abordarse desde la colaboración entre las administraciones implicadas y “contando” con “la experiencia de los vicerrectorados y de los técnicos que gestionan la ABAU dentro de las universidades”, la CiUG en Galicia, ya que estas personas “conocen en profundidad las singularidades” de la prueba y las “dificultades técnicas” de las medidas. Hasta el punto, aduce la CRUE, de que “son las que realmente pueden hacer una previsión de los efectos que tendrían estas medidas en su desarrollo práctico”.

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