El próximo curso habrá diecisiete centros menos adheridos al programa de enseñanza digital en Galicia

Serán 630 los colegios e institutos de Galicia con libro electrónico, tras darse de baja 23 este año e incorporarse seis nuevos

Este año dejan el libro digital y apuestan por el papel 23 centros en Galicia.

Este año dejan el libro digital y apuestan por el papel 23 centros en Galicia. / Marta G. Brea

X. A. Taboada

X. A. Taboada

Tras el debate de los últimos meses sobre la idoneidad o la necesidad de revisar el uso del libro digital en la enseñanza, la Xunta dio este jueves a conocer cómo quedará su implantación el próximo curso. Serán un total de 613 los centros que estarán adheridos a partir de septiembre al programa de educación digital E-Dixgal, lo que supone 17 menos que los que hubo este año académico que está a punto de terminar, en el que están inscritos 630. En todo caso, la adhesión o salida de este programa, que es voluntaria, requiere como una de las condiciones que la permanencia sea un mínimo de cuatro años, por lo que las bajas quedan supeditadas a esta condición temporal.

El Diario Oficial de Galicia ha publicado la resolución de la Dirección Xeral de Ordenación e Innovación Educativa con los colegios e institutos que contarán con esta iniciativa en algunos de los cursos entre 5º de Primaria y 4º de ESO. El listado confirma un descenso de los centros que operan con E-Dixgal tras meses de polémica a raíz del goteo de colegios que decidieron desanotarse. Por este motivo, representantes de la Consellería de Educación realizaron varias rondas de contacto con directores y asociaciones de padres para escuchar sus demandas y proceder, si era el caso, a introducir alguna modificación.

Seis nuevos centros

Además, se produce una importante bajada en los centros que son de nueva incorporación al libro digital. Si el año pasado fueron un total de 35 los que empezaron a emplearlo o lo ampliaron a más cursos, el próximo solo habrá seis nuevos. En concreto, se incorporan a partir de septiembre los centros Plurilingüe Ramón y Cajal y el República Oriental del Uruguay (ambos de Vigo), el Manuel Suárez Marquier de O Rosal (Pontevedra), el Vicente Risco de Cualedro (Ourense), el Plurilingüe Rodolfo Núñez Rodríguez de Vilardevós (Ourense) y el Celso Currás de Trabada (Lugo).

Por tanto, teniendo en cuenta el listado del año pasado (630) y los que se van a incorporar (6), se puede deducir que se han retirado del proyecto E-Dixgal un total de 23 centros. En todo caso, seguirán siendo más de la mitad los colegios e institutos que apuestan por la enseñanza con pantalla.

Modificaciones

El próximo curso entrará en vigor el nuevo contrato del libro digital que aprobó el lunes el Gobierno gallego, por casi 10,3 millones de euros. El contrato, que contará con algunas novedades como más contenido impreso, durará dos años prorrogables por otros dos.

Tras escuchar a los colectivos implicados en el ejercicio docente (padres, profesores y técnicos) para valorar si el libro digital resultaba perjudicial para la formación, como generador de clases más caóticas, alumnado más disperso, lectura más lenta, vocabulario más limitado o falta de comprensión de textos, la Xunta concluyó, tras analizar 70.000 expedientes y un millón de datos, que los resultados académicos son similares a quienes estudian en formato papel.

Aun así, la Consellería de Educación puso sobre la mesa varias medidas para “mejorar” el modelo, que pasan por más formación para padres y docentes y más variedad de contenidos.

Contenidos más adaptados

Sobre este último, habrá una nueva plataforma, Creagal, que iría alineada con las programaciones didácticas y que funcionaría como un recurso “añadido”, se licitarán nuevos contenidos y se pedirá a las editoras que pongan a disposición de los centros un dossier resumen pensado para su uso en digital o impreso como material de estudio o repaso. También se implantará un proceso de supervisión “permanente” de los contenidos digitales para “garantizar” su “calidad”.

En lo que atañe al apoyo al profesorado, habrá un plan de formación específico, un refuerzo de la figura del coordinador o un protocolo de incidencias con los dispositivos para “liberar” a los centros de su gestión.