Las pruebas de la ABAU se custodian en búnkeres de Santiago a los que "solo tenemos acceso tres personas”

La facultad de Derecho de la USC y el Gaiás guardan el futuro de miles de estudiantes

Recibirán sus notas provisionales el día 13

Trabajadores ordenan los exámenes de la ABAU a su llegada a la facultad de Dereito de la USC. |   // J. PRIETO

Trabajadores ordenan los exámenes de la ABAU a su llegada a la facultad de Dereito de la USC. | // J. PRIETO

Belén Teiga

Los nervios por la selectividad ya han cesado en Galicia. O al menos lo harán por unos días. Los más de 13.400 estudiantes gallegos que estos días realizaron la que será, con toda probabilidad, una de las pruebas académicas más importantes de sus vidas para entrar en la carrera universitaria en la que aspiran a ocupar un pupitre el próximo curso se toman ahora un respiro tras tres jornadas sin descanso en las que les ha tocado demostrar todo lo aprendido a lo largo de un curso tan intenso como 2º de Bachillerato.

Ahora le toca al profesorado hincar los codos y ponerse manos a la obra para corregir las miles de pruebas de la Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade (ABAU), la aún llamada selectividad, realizadas en centros universitarios de toda la comunidad. Mientras tanto, y hasta la mañana de hoy, todos los exámenes se albergan en una misma ciudad: la capital gallega. Un trajín de furgones llegaba durante toda la tarde de ayer a la facultad de Derecho de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). En palés, y poco a poco, las cajas que guardan el futuro de miles de estudiantes se depositaban en una de las aulas de lectura de esta facultad. Ese fue el primer paso antes de que terminasen en el búnker donde pasaron la noche.

Allí, en torno una decena de personas contaban ayer los exámenes, para luego ordenarlos por materias. “Las 36 comisiones que tenemos entregan los exámenes en los furgones que se dirigen hacia aquí. Junto con las cajas viajan unos cuadernillos que dan parte de todas las incidencias que tuvimos estos días”, explica Maite Flores, delegada del rector de la USC en la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CiUG) y encargada de supervisar que todo salga bien.

Vigilados por personal de seguridad

Las pruebas durmieron en un búnker situado en un lugar desconocido de la facultad del que “solo” tienen “las llaves de acceso tres personas”, mientras que el personal de seguridad del campus hizo guardia en la zona, como cualquier otra noche. “A las ocho de la mañana se empezarán a repartir”, subraya.

Será entonces cuando el ajetreo vuelva a la facultade de Dereito, con la llegada de los directores de los grupos de trabajo y los correctores, “unos cien por materia”. Contabilizar de nuevo los exámenes y fijar criterios son las labores a llevar a cabo.

La subida y bajada de furgones se dejó notar también en la Cidade da Cultura, que vive intensamente las jornadas posteriores a selectividad. “En los cuadernillos de examen hay una cabecera, que es la que identifica el código del examen con el del alumno. Esta se arranca y se deja en el complejo del Monte Gaiás, en otro búnker. Allí hay unos lectores ópticos que emparientan el código de barras del alumno con el de la materia, lo que hace que el proceso sea anónimo. Todo esto se cuelga en una plataforma, para que los profesores puedan subir las notas”, detalla Flores.

Las revisiones

Hasta ese mismo sitio tendrán que volver la próxima semana, entre el miércoles por la tarde y el jueves por la mañana, todos y cada uno de los exámenes, preparados para las revisiones.

Para muchos estudiantes estos días serán eternos, si bien los profesores corrigen casi a la velocidad del rayo las miles de pruebas realizadas. A través de la plataforma Nerta, las calificaciones provisionales estarán disponibles a partir del próximo jueves, día 13 de junio, a las 20.00 horas.

Como es habitual, serán muchos los alumnos descontentos con sus calificaciones, pero podrán solicitar una revisión entre los días 14 y 18 de junio. Tras ello, los directores de los grupos de trabajo avisarán a los correctores, que durante una jornada y media unirán criterios y revisarán los exámenes todos juntos, reunidos en la Cidade da Cultura. En el mismo lugar, pero el día 27, los estudiantes que quieran ver sus exámenes revisados podrán hacerlo, si así lo han solicitado con anterioridad.

Hasta aquí llegará esta primera convocatoria de la ABAU. La segunda oportunidad, para aquellos que no pudieron acudir en esta ocasión o que deseen mejorar sus notas, tendrá lugar los días 2, 3 y 4 de julio, cuando estos búnkeres compostelanos volverán a guardar durante unos días el futuro de cientos de jóvenes gallegos.

El Senado insta al Gobierno a implantar una prueba de la ABAU común en todo el Estado

El Senado ha aprobado una moción para instar al Gobierno a implantar una prueba común de ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) en coordinación con las comunidades. La moción, que fue presentada por el PP, que tiene mayoría absoluta, y que ha sido apoyada únicamente por Vox, ha recibido 143 síes y 113 noes, con dos abstenciones. El Senado también ha instado al Gobierno a aprobar currículos comunes de bachillerato, que sean elaborados por una comisión independiente, integrada por miembros de las reales academias, según recoge la moción en un segundo punto. La senadora del PP Piedad Sánchez argumentó su defensa de una prueba común en que España tiene “un distrito único universitario”, lo mismo que alega la Consellería de Educación en Galicia cuando reclama en el mismo sentido, y se preguntó por qué las comunidades peores en el ranking del informe PISA están en lo más alto de la tabla de resultados de la ABAU. La propuesta del PP incluye que el Gobierno lo haga en coordinación con las comunidades debido a que la competencia educativa es autonómica, y por ello la senadora socialista Eva Redondo la ha tildado de “brindis al sol”. En esa línea, recordó la sentencia del Tribunal Constitucional de 2012 en la que se remarca que solo cabe fijar unos “parámetros comunes”, que es lo que pretende el Gobierno con el decreto que prepara. En una enmienda, rechazada por el PP, el PSOE ha tratado de instar al Gobierno a culminar el decreto, para conseguir “pruebas no iguales, pero sí homogéneas”.