El modelo de financiación autonómica deja un déficit en Galicia de 14.000 millones

Las aportaciones procedentes del Estado desde 2009 solo cubren el 78% del gasto de los servicios públicos | Contas avisa que la última propuesta de Hacienda tampoco resolverá estas carencias

Una de las puertas de entrada a la sede central de la Xunta en Santiago de Compostela.

Una de las puertas de entrada a la sede central de la Xunta en Santiago de Compostela. / Xoán Álvarez

Paula Pérez

Paula Pérez

El actual modelo de financiación autonómica, en vigor desde 2009, no cubre las necesidades de gasto de Galicia. De hecho, solo alcanza para costear el 78 por ciento de las partidas precisas para sanidad, educación y políticas sociales. Esto ha supuesto un déficit de casi 14.000 millones de euros en doce años, según el último informe del Consello de Contas. Este sistema de redistribución de fondos entre las comunidades autónomas se mantiene prorrogado desde 2014 ante la falta de consenso político para aprobar uno nuevo. El Gobierno llegó a presentar un esbozo a finales de 2021 pero desde entonces ha permanecido aparcado en un cajón.

Y mientras tanto Galicia sigue perdiendo dinero, aunque, eso sí, la infrafinanciación se ha reducido en los últimos años gracias a la aportación extraordinaria de fondos a las comunidades por parte del Gobierno tras la crisis del COVID.

Contas pone cifras en su último informe a esta infrafinanciación de los servicios públicos. Desde 2009 Galicia se ha gastado de media 6.859 millones de euros al año en sanidad, educación y políticas sociales, pero el modelo de financiación, a través del Fondo de Garantía, solo inyectó a la comunidad autónoma 5.324 millones de euros en cada ejercicio. Es decir, faltaron 1.535 millones de euros anuales, lo que suma 19.956 millones en un total de doce años.

Sin embargo, la comunidad recibió durante este periodo financiación específica adicional por parte del Estado, como por ejemplo los fondos COVID, lo cual reduciría el déficit a un total de 13.978 millones entre 2009 y 2021 –una media anual de 1.075 millones–. Si esta cifra se traduce en euros per cápita la infrafinanciación de Galicia sería de unos 391 euros al año por habitante.

Variación por años

Y es que el gasto por persona en servicios esenciales pasó de 2.544 euros en 2009 a 3.090 en 2021. Este incremento se debe no solo a un mayor esfuerzo inversor por parte de la Administración sino también a “la pérdida sistemática de población de la comunidad autónoma”, según apunta Contas.

En todo caso, también se ha elevado la financiación que recibe del Estado recortando el déficit inicial de 2.511 millones de euros en 2009 a los 892 millones de 2021.

Sin embargo, estas mayores aportaciones del Estado en los últimos años no fueron suficientes para cubrir sus necesidades de gasto. Y Contas advierte además de que aunque la financiación per cápita en Galicia es tres puntos superior a la media de las comunidades, “hubo una tendencia decreciente respecto a los primeros años de vigencia del modelo”. De hecho, la autonomía gallega fue de las regiones donde menos creció el volumen de recursos asignados. Así, si en 2010 Galicia recibía el 7,1 por ciento de los recursos, en 2021 obtuvo solo el 6,6 por ciento. “La pérdida sistemática de población incidió en esa dinámica de recursos a la baja”, explica el órgano fiscalizador.

Y la nueva propuesta planteada por el Ministerio de Hacienda en 2021 no convence a Contas ni a la Xunta. Así, el órgano fiscalizador pone énfasis en el “escaso peso de los tramos de mayor edad cuando se pondera la población protegida”. Advierte que en el ámbito educativo computar en materia de financiación los usuarios potenciales en lugar de los reales también perjudica a una comunidad como Galicia con poca población joven. Por otro lado, critica que tampoco se valoran los costes de los servicios sociales atendiendo a los grados de dependencia. Además, apuntan que mantener la ponderación de la variable dispersión en el 0,6 por ciento tampoco da respuesta al déficit de financiación y recuerdan que la Xunta pide elevarlo al 1 por ciento. Y, por último, avisan que con ese borrador inicial Galicia solo percibirá “un reducido porcentaje en el criterio de despoblación”.

La Xunta dejó de recaudar 2.382 millones de euros en doce años por sus rebajas fiscales

Pese a que Galicia tiene unas necesidades de gasto superiores a la media, su capacidad fiscal es inferior a la de otras comunidades autónomas debido sobre todo a las rebajas fiscales que aplica, según el Consello de Contas. Dentro del sistema de financiación autonómica se calcula la capacidad que tiene cada comunidad de recaudar si hace un uso pleno de sus competencias tributarias. Esto significa que en teoría Galicia podría haber ingresado desde 2009 un total de 70.423 millones de euros. Sin embargo, la recaudación real fue de 68.000 millones, es decir, 2.382 millones de euros menos.

“El ejercicio de las competencias normativas tributarias por las comunidad puede suponer un incremento en la recaudación por la subida de tipos impositivos o una disminución de ingresos a través de medidas como bajada de tipos o beneficios fiscales para determinados contribuyentes”, explica Contas.

En Galicia en los ejercicios 2021 y 2022 se visualiza, de hecho, un cambio de tendencia de manera que, por primera vez, hay un saldo negativo en la recaudación que refleja que los beneficios fiscales ya superan las medidas de incremento de la recaudación. Esto se repite en siete de las quince comunidades de régimen común.

En sus recomendaciones el Consello de Contas pide, en todo caso, a la Xunta más transparencia sobre las rebajas fiscales adoptadas. Además insta al Gobierno gallego a que evalúe cómo podría influir un aumento de su capacidad fiscal en “la suficiencia y equidad” financiera.

Con una financiación autonómica insuficiente y una capacidad fiscal por debajo de la media, Galicia tuvo que optar por “niveles de gasto inferiores a la media de las comunidades”, según explica el órgano fiscalizador. “Esto le permitió moverse dentro del déficit autorizado y cumplir de forma generalizada con los objetivos de estabilidad presupuestaria”, defienden. Así, subrayan que la comunidad tuvo un nivel de déficit público inferior a la media de las comunidades y una deuda por habitante ajustado un 48 por ciento por debajo del resto de autonomías. Galicia es la segunda comunidad con menos endeudamiento per cápita. “Su deuda creció menos que las otras regiones”, destacan.

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