Está claro que la capacidad personal es un elemento capital que condiciona el rendimiento académico, pero el estudio elaborado por la Xunta detecta una clara relación también entre el nivel de conocimiento obtenido y el entorno social, económico y cultural que rodea al alumno. Hasta hay diferencias entre vivir en una ciudad o no. Y el efecto es el mismo para las dos etapas educativas.

Así, el informe revela que los niños que sacan mejor nota se mueven en familias cuyos padres tienen un buen trabajo, un alto nivel de estudios, libros en casa o les ayudan a realizar las tareas escolares. Para una puntuación media de 500 para el conjunto de los estudiantes, el informe sostiene que los jóvenes de Primaria y de Secundaria sacan hasta 57 y 72 puntos más, respectivamente, que los alumnos que viven en un entorno socioeconómico y cultura más bajo.

La evaluación realizada por la Xunta también encuentra una relación directa entre los estudiantes que mejor competencia académica adquieren y el nivel de estudios de sus padres, el hecho de disponer de libros en casa, la frecuencia con que son usados en el ámbito familiar y la edad de escolarización.

Y finalmente hay otro factor territorial que también deja su impronta. Hay bastante diferencia, tanto en Primaria como en Secundaria, entre los alumnos que estudian en localidades de más de 50.000 habitantes y los otros. Los que viven en las ciudades, por lo general, obtienen mejor puntuación en las pruebas de competencia académica que el resto, pudiendo llegar la diferencia a los 36 puntos._"Su puntuación es mayor que la media del alumnado que estudia en localidades más pequeñas", concluye el informe de Educación.