Entrevista | María Jesús Lorenzana Conselleira de Economía e Industria

“No podemos usar fondos UE para financiar empleo mal pagado en países emergentes”

“Las empresas tractoras están utilizando prácticamente solo el criterio del coste”

“Que haya poca afección ambiental es clave para desarrollar suelo industrial de manera rápida”

La conselleira de Economía e Industria María Jesús Lorenzana.

La conselleira de Economía e Industria María Jesús Lorenzana. / Xoán Álvarez

Lara Graña

Lara Graña

El Diario Oficial de Galicia (DOG) acaba de publicar la línea de ayudas por 18 millones de euros para proveedoras del sector de la automoción, enfrascadas en los retos de la transición energética y en medio de una vertiginosa carrera por parte de las fabricantes para reducir costes. El desafío pasa por anclar a futuro una industria vital para la economía gallega.

–¿Hasta qué punto puede ser disruptiva, un punto de inflexión, esta inyección de 18 millones en proveedoras de la automoción?

–Este plan es disruptivo en el sentido de que es la primera vez que se apuesta de manera muy clara por la industria de componentes, ya no tanto por la matriz, y eso es novedoso. Estamos lanzando un mensaje a la pyme de que tiene que incorporar todas las inversiones vinculadas a la electrificación, digitalización… Porque, si no, se van a quedar atrás. Es cierto que son las primeras que sacamos, quiero ser prudente sobre sus efectos. Queremos llegar en torno a la mitad de las empresas auxiliares que hay ahora en Galicia, que ya sería una nueva cifra. Y nos servirá también para evaluar si la demanda se ajusta o no y configurar las siguientes líneas.

–¿Cómo podrían ser?

–Una de las cuestiones que estamos viendo es apoyar a las matrices, Stellantis Vigo en este caso, pero poniéndole un requisito de huella de carbono, de contratación local. Es lo que llevo reclamando para los Perte: apoyamos a una gran empresa pero que acaba contratando en Marruecos, es lo que tenemos que intentar ir ajustando. Nosotros no podemos dirigir que compren en Galicia, pero sí que por huella de carbono podemos trabajar en este sentido.

–¿Se os trasladan presiones más fuertes a las proveedoras de componentes en materia de recorte de costes? ¿Está yendo a más ese factor recortes?

–Absolutamente, las empresas tractoras están utilizando prácticamente solo el criterio del coste. Es imposible, si nosotros no apoyamos otros costes que tienen las empresas, como el energético, el conseguir competir. Nunca vamos a competir, y menos mal, con terceros países en costes laborales y criterios medioambientales, y todo eso cuesta dinero. Una economía europea tiene que competir contra esto de dos maneras: apoyando inversiones en materia energética, por ejemplo, y utilizar el criterio de la sostenibilidad. No hay otra manera, las cuestiones arancelarias exceden a mis competencias. E insisto en los Perte, tienen que trabajar pensando en esto, porque si no estamos utilizando fondos europeos para financiar trabajo mal pagado en economías emergentes. Es tremendo.

–Como ha sucedido al naval europeo con los cruceros, por ejemplo.

–Efectivamente.

–Hablando del naval, ¿qué mensaje os llega del sector?

–El naval ha hecho un muy buen trabajo en los últimos años, a raíz de la crisis. Ha convertido sus astilleros en una especie de boutique, con producción a demanda, y no tienen esa dependencia que tiene la automoción de las empresas tractoras locales porque exporta mucho más. La idea es continuar apoyando la internacionalización y la innovación, para que las pymes no se queden atrás en competitividad.

–¿Cómo se han formulado los planes directores de automoción y construcción naval?

–Por poner en contexto, esto forma parte de la estrategia industrial que aprobamos en la ley de medidas. Ahí incluimos el mapa industrial de Galicia, que lo estamos desarrollando, y los planes directores por sectores. En febrero se delimitaron seis sectores como estratégicos: automoción, construcción naval, metalmecánica, TIC, forestal y logística. Empezamos a trabajar en los dos primeros, arrancamos con los dos clústeres, con mesas de trabajo, con el foco puesto en internacionalización, digitalización, sostenibilidad, inversión, competitividad e innovación, personas e infraestructuras y suelo. El documento que conseguimos se pasó a recibir aportaciones: se formularon más de 50 de empresas y entidades de la automoción y más de 40 en el del naval.

–¿Y a partir de ahí?

–En la semana del 15 [de julio], antes, se remitirá lo que tenemos a los agentes sociales y tendrán de plazo hasta la primera semana de septiembre, con la intención de que, cuando lleguen las observaciones, mandarlo al Consello de Competitividade y, de ahí, propuesto para su aprobación en el Consello de la Xunta. Todos sabemos a lo que nos estamos enfrentando en el caso de la automoción, y el naval está en una posición diferente. Ha sabido internacionalizarse mucho más, y queremos ahondar en las líneas de diversificación. Ambos tienen un reto en común que es el talento, por eso en este caso hemos insistido mucho con la Consellería de Emprego en lo relativo a personas y cualificaciones. En el naval están muy desesperados porque todavía no está tan automatizado como la automoción, con procesos, digamos, más artesanales.

–Se está trabajando de cara al horizonte 2027.

–Es que vemos que todo está cambiando tan al segundo que creemos que es mejor ir a un objetivo de pocos años y con revisiones anuales. Permite incorporar tanto medidas nuevas, como el paquete de ayudas ya publicado en el DOG de 18 millones de euros, como incluir otras ya existentes y que puede haber que acomodarlas o ajustarlas a las necesidades actuales y específicas de los sectores. Porque estos planes estoy segura que son una oportunidad para que los sectores conozcan y trasladen a las empresas todos los programas de la Xunta.

–El suelo es un factor determinante.

–Hay que buscar suelo industrial donde fabricar, las necesidades son importantes. Derivado de este mapa industrial, estamos trabajando en una planificación industrial ligada a la energética. Buscando en zonas con potencial industrial con pocas afecciones medioambientales, porque así se pueden desarrollar rápidamente. El tener el mapa en paralelo a los planes nos permite estructurar territorialmente Galicia de manera ordenada y acorde a las necesidades de la industria. Que haya poca afección ambiental es clave para poder desarrollar suelo industrial de manera rápida, no nos podemos ir a zonas con mucho valor ambiental y patrimonial.

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