Los hogares gallegos digieren la inflación y ponen fin al gran recorte en alimentos

El consumo rebota más del 2% en el primer trimestre del año, impulsado por conservas, platos preparados, carne, frutas y agua

La compra de aceite de oliva merma otro 13%

Gente comprando en el mercado de O Calvario, en Vigo.

Gente comprando en el mercado de O Calvario, en Vigo. / Alba Villar

Julio Pérez

Julio Pérez

El real decreto aprobado el pasado martes por el Consejo de Ministros para prorrogar a corto plazo la mayoría de medidas del escudo social contra el golpe al bolsillo del ciudadano de los conflictos de Ucrania y Oriente Próximo mantiene la exención del IVA para los alimentos de primera necesidad. Al pan, harina, leche, quesos, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales se suma ahora el aceite de oliva, víctima de una tormenta perfecta por la presión inflacionaria en la cesta de la compra y el agravante de las malas cosechas encadenadas desde 2021 a causa de la sequía. Seguirá el tipo del 0% hasta el final de septiembre y el reducido del 5% para el resto de aceites de semillas y las pastas.

La normalización fiscal en la alimentación arrancará el 1 de octubre con la subida del impuesto al 2% y el 7,5%, respectivamente. Si continúa la actual tendencia de moderación de precios, el Gobierno prevé volver a los tipos originarios a partir del 1 de enero del año que viene, aunque el aceite de oliva quedará ya integrado en el grupo de IVA superreducido del 4%.

Cuatro bajadas en 46 años

En los 46 años de los que hay datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) detallados por territorios, los alimentos solo se abarataron en Galicia en 1997 (-0,9%), 2009 y 2010 (-1% en ambos ejercicios) y en 2014 (-0,3%). Llenar la despensa cuesta hoy prácticamente el doble que hace dos décadas. Las subidas en 2022 y 2023 superaron el 11%, un roto para las cuentas de las familias en una de las comunidades donde la alimentación pesa más en el presupuesto doméstico: 17 de cada 100 euros del gasto total.

La inflación disparada pinchó la burbuja de la compra de alimentos en los hogares por el confinamiento y las limitaciones durante meses al aforo y los horarios en la hostelería en la pandemia. El consumo en Galicia batió récord en 2020 con unos 709 kilos/litros por persona y el gasto aumentó el 20%, hasta los 1.810 euros. La demanda adelgazó a medida que la crisis sanitaria fue controlándose y los precios subieron. La media por residente rondó los 588 kilos/litros en 2023. A pesar de esa caída del 17% en la cantidad de comida adquirida, el coste aguantó casi en el mismo nivel del año más duro del COVID-19: 1.796,7 euros.

cesta W

cesta W / H. Barreiro

Rebote de compras

La desaceleración en los precios de los alimentos en lo que va de año –la variación en mayo fue del 5%, el menor incremento desde finales desde el inicio de 2022– aligera también la contención en el consumo. La compra de alimentos de las familias gallegas alcanzó los 402,7 millones de kilos/litros en el primer trimestre, un 2,2% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio, según el primer balance de 2024 que acaba de publicar el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El gasto crece algo más porque todavía se nota la presión de la inflación: 3%, hasta los 1.219 millones de euros.

¿En qué artículos se visibiliza el rebote del consumo? El mayor ascenso se da en el agua embotellada, un 48% más. Le sigue otra bebida, la cerveza, que rompe la atonía de los últimos dos años y sube alrededor de un 24%. El consumo de conservas de pescado se incrementó un 11,3% entre enero y marzo. Los platos preparados no dejan de ganar cuota en la cesta de la compra de los gallegos tras un alza del 6,5%. La demanda de café e infusiones repuntó el 4,2%; el 4,1% los frutos secos y las semillas; un 3,6% el yogur; y el 3,2% los snacks y los aperitivos. Aunque sus subidas son más discretas, por su importancia en la compra total y el papel en una dieta equilibrada, destacan las subidas de la carne: un 0,6% más por el tirón del vacuno (20,8% de ascenso); y las frutas frescas, que medran el 0,5%.

Las caídas

Marisco, crustáceos y moluscos protagonizan las mermas en la cesta de la compra en el arranque de 2024. Su consumo descendió el 16%, tanto en fresco (-21,1%), como en congelado (-6,9%). Particularmente llamativo es el caso del mejillón, que se desplomó el 41%, mientras que calamares y pulpo fresco elevaron sus ventas para el hogar el 8%. La adquisición de refrescos cae con fuerza, un 13%, y un 30% entre las energéticas, en el punto de mira por su penetración entre los jóvenes. El aceite no levanta cabeza. El consumo del rey de la inflación retrocede en Galicia el 11,1%. El de oliva cae el 12,7% y el de girasol el 11,3%.

Pese al freno en la compra, el gasto en aceite aumenta por encima del 28%. El desembolso en cerveza aumentó el 34%; el 28% en agua; más del 25% en sal; el 17% en las conservas de productos del mar; el 10,4% en frutos secos y semillas; y el 9% en platos preparados.

La demanda de pescado sigue a la baja: cae un 6% hasta marzo

Al hilo de la decisión del Gobierno de extender en julio, agosto y septiembre las rebajas del IVA a la alimentación e incluir el aceite de oliva entre los productos con tipo superreducido, el sector del mar pidió por enésima vez una medida similar para el pescado. Que sigue sin levantar cabeza. Aunque en el global del pasado 2023 la demanda en Galicia se mantuvo muy estable, el nuevo año arranca con una caída en la cantidad consumida del 6,1%, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Baja mucho más en fresco (6,6% de descenso en el primer trimestre), que en congelado (un 3,4% menos). La merluza, que es la especie más vendida en la comunidad, retrocede el 10%. La demanda de bacalao, en cambio, creció el 15,6%. El salmón cae un 18,7%; también la dorada disminuye un 24%; un 3% el rape; y un 33% la caballa fresca. Las compras de lubina aumentan el 27%.

Los alimentos ecológicos y sin gluten ganan terreno

El consumo de alimentos ecológicos en Galicia sigue la senda ascendente de los últimos años y crece un 3,6% entre enero y marzo de 2024. En carnes, el incremento fue del 5,3%; cerca del 18% en queso; un 8,4% en pan y también en bollería; hasta un 79% en las patatas; y la demanda de esta gama de productos en el caso del vino se multiplica por 7,5. También aumentan las compras de alimentos sin gluten: 0,4% más. Una subida que afecta, sobre todo, a los platos preparados: 16,4%. En paralelo, aumenta también el gasto: 48,4 millones de euros en tres meses tras un incremento del 5,8%.

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