Galicia recupera por fin el nivel de empleo previo a la gran crisis financiera de 2008

Las afiliaciones en junio superan las 1,080 millones tras 16 años

La educación ganó 31.700 ocupados y 15.800 la sanidad desde entonces y la construcción perdió 56.800

La educación y los servicios de comidas y bebidas lideraron las afiliaciones.

La educación y los servicios de comidas y bebidas lideraron las afiliaciones. / Alba Villar

Julio Pérez

Julio Pérez

A la crisis financiera mundial de 2008 se le bautizó como Gran Recesión para asemejar su gravísimo golpe con el de la Gran Depresión de 1929. Las famosas hipotecas basura de Estados Unidos inundaron como veneno el riego sanguíneo del sector financiero y al otro lado del Atlántico afloró el riesgo desmedido asumido en los créditos al ladrillo. Los inversores sacaron las uñas con la deuda soberana de los países del sur del continente, entre ellos España, obligando al Gobierno a tirar de un megapréstamo de Bruselas de hasta 100.000 millones de euros para acudir al auxilio de las entidades más débiles. Fueron los tiempos de los famosos hombres de negro, los inspectores que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea enviaron para analizar la salud de la banca y el cumplimiento de los condicionantes impuestos a la economía del país a cambio del desembolso. La política del austericidio puso en bandeja una auténtica sangría en el mercado laboral. La tasa de paro, que a finales de 2007 tocó mínimos históricos por debajo del 8% tanto en Galicia como en el conjunto del país, llegó a colocarse alrededor del 25% en 2012. La comunidad encadenó cinco años seguidos con caída en la ocupación. Cerca del 20% de los puestos de trabajo se evaporaron, hasta que en 2014 se inició la remontada, principalmente por el auge de la contratación temporal. Pasaron 16 años, otro shock que azuzó la actividad por la pandemia y, por fin, Galicia vuelve a los niveles de ocupación anteriores a la recesión global.

La media de afiliaciones alcanzó las 1,083 millones durante la primera quincena de este mes y el día 17 había concretamente 1,087 millones, según el informe que acaba de publicar el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Hasta ahora, el máximo de cotizantes en un mes de junio se registró en 2008: 1,082 millones. La cifra puede cambiar todavía en la recta final del mes. Y probablemente lo haga al alza, como sucedió tanto en 2022 como en 2023. Los datos de cierre de junio en ambos ejercicios superaron ampliamente a los conocidos a mediados de mes con los refuerzos para la temporada estival.

Las afiliaciones a estas alturas de junio en toda España ascendieron a 21,1 millones, cerca de 567.000 más en comparación con el fin de 2023. “El arranque de 2024 ha sido extraordinario, con cifras récord. Vamos a cumplir 50 meses consecutivos con aumentos en términos desestacionalizados. Y desde el día 10 de junio, la serie diaria ha permanecido por encima de los 21,4 millones de afiliados”, valora la ministra Elma Saiz.

Galicia era uno de los territorios que no había logrado batir el techo de ocupación de 2008. Pasaba aquí, en Asturias y Castilla y León, el triángulo más castigado por el invierno demográfico y una zona a la que habitualmente le cuesta aprovechar las buenas rachas de la actividad para ganar músculo laboral.

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mercado laboral W / H. Barreiro

En mayo Galicia se quedó a las puertas de acabar con la brecha. Le faltaron unas 4.400 afiliaciones para engancharse a la oleada de máximos en el mercado de trabajo de casi todas las comunidades. Aun así, la ocupación medró el 1,6% en los últimos doce meses tras la creación de 17.400 nuevos puestos. La educación lidera la expansión del empleo con casi 2.600 afiliados más respecto a mayo de 2023; otros 2.400 sumaron los servicios de comidas y bebidas; alrededor de 1.600 las actividades sanitarias; y la programación, la consultoría y otras actividades relacionadas con la informática elevaron sus plantillas en 970 personas.

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sectores W / H. Barreiro

Son también los sectores que protagonizan la metamorfosis profunda de la ocupación en todos estos años, acelerada por los cambios ligados a la pandemia –apuesta por los sectores básicos, transición energética y digitalización– y la entrada en vigor de la reforma laboral que desde 2022 combate la temporalidad. La educación tiene ahora en Galicia casi 32.000 trabajadores más que antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. La subida en actividades sanitarias es de 15.800; de 13.300 en la hostelería; 10.600 en informática; y unos 8.800 en servicios sociales sin alojamiento, en establecimientos residenciales y en actividades administrativas de oficina y otras auxiliares. La construcción encabeza los desplomes. La edificación perdió 31.200 ocupados y otros 25.600 las actividades de construcción especializada por el estallido de la burbuja. La sangría en el sector primario es enorme: 22.600 menos en agricultura y ganadería y 7.600 en pesca y acuicultura.

El otro gran cambio viene de la contratación. El 60% de los asalariados era fijo en mayo de 2009: 52% a tiempo completo, 7,4% a tiempo parcial y el 1,1% fijos discontinuos. En estos momentos son el 76%: 57,5% a tiempo completo, 14% a media jornada y 4,6% fijos discontinuos.

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