Galicia encabeza la inflación en todo el país con un rebote del 4% por la energía

Los precios subieron un 3,6% en el conjunto del país en mayo

El encarecimiento de la alimentación se modera al 5%

La factura de electricidad y gas creció casi un 10%

El precio del aceite, curenta meses al alza.

El precio del aceite, curenta meses al alza.

Julio Pérez

Julio Pérez

El precio del aceite y las grasas en Galicia encadena cuarenta meses consecutivos al alza. En mayo subió el 42,9% en comparación con el coste de hace un año y se mantiene como el básico de la cesta de la compra con mayor incremento. Es también uno de los productos que más sufre la contención del gasto de los hogares para contrarrestar el golpe en la economía doméstica. El consumo mermó casi un 4% entre enero y noviembre del pasado 2023 en la comunidad y un 16% en el caso del aceite de oliva, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Existe “un trasvase claro del aceite de oliva al de girasol”, como ayer confirmó el director general de Deoleo en España, Víctor Roig, y ni siquiera así se compensa la pérdida de alrededor de medio millón de clientes. El responsable del grupo que tiene, entre otras, las marcas Carbonell y Maestros de Hojiblanca aventura la normalización del mercado en lo que queda de ejercicio. Siempre que el tiempo continúe como hasta ahora. Las previsiones de lluvia son buenas, no hizo demasiado calor y la cosecha de aceituna –que se hará entre octubre y diciembre– rondará los niveles de 2020, antes de la crisis por la sequía. El precio en origen podría desplomarse desde los actuales 9 euros a 4.

La meteorología, por si quedaba alguna duda, afecta de lleno al bolsillo del ciudadano. Pasa con los alimentos, pero también con la energía. Después de un arranque de ejercicio con multitud de horas en negativo, el megavatio hora (MWh) se elevó en el mercado mayorista de la electricidad, el pool, hasta los 30,57 euros en mayo y la media en lo que va de junio ronda los 53 euros. Llegan las temperaturas de verano y repunta la demanda, mientras el viento sopla menos y la fotovoltaica ya no es tan productiva. Si se mantiene la tendencia, el IVA del recibo volverá a bajar. El Gobierno supeditó el tipo reducido del 10% a que el precio supere los 45 euros. Desde marzo recuperó el 21%.

La normalización fiscal y el alza de precios son el principal motivo del repunte del coste de la vida en mayo. Creció tres décimas respecto a abril y tres décimas también la tasa interanual, situándose en el 3,6%. El rebote es muy similar en Galicia. Tres décimas de ascenso, pero sobre un dato de inflación mayor. Aquí escala hasta el 4%, la más elevada de todo el país, según el balance publicado ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) y su homólogo estatal, el INE.

La alimentación se encareció en la comunidad el 5,1% y un 5% sumando también las bebidas no alcohólicas. El alza en abril rozó el 6%. Además del aceite todavía disparado, destacan los avances del 12% en las frutas frescas; el 9% en la carne de ovino; el 6,7% de incremento en los productos elaborados de legumbres y hortalizas y el azúcar; el 6,6% en el pescado; el 5,8% en las patatas; el 4,4% en los preparados alimenticios; y el 4% en el vacuno. El pollo, la fruta en conserva y, sobre todo, la leche sí se abaratan: 0,4% de caída, 0,7% y 2,6% respectivamente.

Electricidad, gas y otros combustibles registran el mayor avance del Índice de Precios al Consumo (IPC) en Galicia: un 9,8%. Los carburantes se encarecieron el 4,8%. La hostelería se mantiene entre los capítulos más inflacionistas en la región. Los precios de bares y restaurantes medraron el 5,6% y un 7,8% los servicios de alojamiento. El coste de los paquetes turísticos aumentó el 8,5%.

Galicia es la cuarta autonomía que más gasta en los sectores más inflacionistas

Entre las subidas de precio más modestas están la ropa (2,2%), los muebles y accesorios del hogar (0,8%), los servicios de telefonía (1%), la enseñanza (2,9%), la sanidad (2,8%) y el ocio y la cultura (2,7%). Las excepciones al engorde de la inflación en Galicia son los equipos de telefonía, que se abarataron el 11,3%; los audiovisuales y fotográficos (3% menos); y los artículos textiles para el hogar (2,4% de recorte).

La inflación subyacente, que deja a un lado los alimentos no elaborados y los productos energéticos, evoluciona ya por debajo del IPC general. En mayo disminuyó hasta el 3,4%. El IGE prevé que acabe este mes igual, mientras que la general retrocederá solo una décima, hasta el 3,9%.

¿Por qué Galicia encabeza otra vez el ascenso de la inflación? “Los datos de crecimiento del IPC sintetizan en una sola cifra el valor medio de la inflación, pero la diferente composición de la cesta de consumo por niveles de renta, por tipo de municipio, por estructura del hogar o por situación socioeconómica determina efectos también diferentes de las variaciones de precios sobre la capacidad adquisitiva de los hogares”, explica Funcas en un reciente estudio sobre la desigual repercusión de la oscilación de los precios. Su fuerte subida en 2021 y 2022 “incidió con mayor intensidad en los hogares con menor capacidad de gasto, en las comunidades autónomas menos pobladas, en las zonas rurales y en aquellas personas mayores de 65 años que viven solas”.

Galicia es la segunda comunidad donde pesan más los alimentos en las cuentas de las familias, casi un 27% del total del gasto. Tiene también una de las mayores cuotas en energía (7,3%) y los carburantes (5,4%), lo que le convierte en la cuarta autonomía más expuesta al encarecimiento de los productos más inflacionistas.

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