El rural gallego arranca su gran tractorada

Santiago de Compostela, A Coruña, Vimianzo, Ortigueira, Lugo, Pedrafita do Cebreiro, Ribadeo, Ourense, A Gudiña y Lalín. Esas son las diez localidades en las que cientos de agricultores y ganaderos gallegos se movilizarán hoy, convocados por primera vez al unísono por Unións Agrarias (UU AA), Sindicato Labrego Galego y Asociación Agraria de Galicia (Asaga), desde el último estallido de la revuelta del campo en España y media Europa. La marcha comienza entre las 12.00 y las 13.00 en las cuatro provincias gallegas, coincide con las que el resto de organizaciones mayoritarias del rural de la Cornisa Cantábrica también inician en Asturias, Cantabria y País Vasco, y está previsto que culmine sobre las 17.00. Entre cuatro y cinco horas de “pistoletazo de salida” para trasladar el malestar del sector primario a las administraciones, a las que continúan reclamando a golpe de bocinazo y tractoradas “cambios y medidas”.

Sin dudar un segundo en tomar la calle cuando se ve contra las cuerdas, el colectivo ha esperado al término de las elecciones autonómicas de este 18 de febrero para manifestar un descontento que principalmente vincula a la inexistencia de unos “precios justos” para sus productos y a la excesiva “carga burocrática” a la que se ve sometido el gremio, factores a los que se suman otros “incumplimientos” de la Ley de la Cadena Alimentaria. Demandan trabajar en una Política Agraria Común (PAC) adaptada “a la realidad” de la autonomía, asediada a la vez por una creciente exigencia ambiental que no se corresponde con el apoyo financiero que reciben para lograr una transición equilibrada. Rechazan la implantación del cuaderno digital que “solo viene a dificultar aún más” su ya de por sí complicado día a día, y piden poner fin a la competencia desleal que representa la entrada de alimentos procedentes de terceros países, rebajar el gasóleo profesional y diseñar acciones efectivas para garantizar el relevo generacional.

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“Necesitamos reivindicarnos para que la sociedad sea consciente de lo que está sucediendo. Es cierto que hay un IPC (Índice de Precios de Consumo) que ha aumentado de forma brutal y que ese IPC es fruto, en muchos casos, del alza de los productos alimentarios, pero el consumidor tiene que saber que los precios bajos a los que vende el productor no se vieron modificados”, dice en declaraciones a FARO el secretario de coordinación sectorial de Unións Agrarias, Félix Porto, apuntando que las protestas que arrancan este martes son “un primer toque de atención para que quede constancia del malestar que hay en el mundo agrícola”. Avanza que el campo gallego también estará presente en las movilizaciones convocadas para el próximo lunes, 26 de febrero, en Madrid. Pero antes de llegar a la capital española hace hincapié en la importancia del desarrollo de la presente jornada, en la que las plataformas organizadoras tomarán nota de la afluencia cosechada para seguir confeccionando su hoja de ruta.

“El trabajo que está haciendo el rural es brutal. Está dando respuesta a muchos servicios que deberían estar proporcionando las administraciones”, comenta en paralelo Xulio Fernández, vicerresponsable del sector lechero del Sindicato Labrego Galego. “Vamos a observar el apoyo que tenemos, hay buenas expectativas, y en función de la fuerza que haya nos plantearemos los siguientes pasos”, explica. En relación a las manifestaciones, prevé la mayor concentración de tractores en la comarca del Deza, una de las zonas con mayor densidad de granjas de la comunidad, y gran presencia en las ciudades de Santiago (ante la entrada de la Consellería do Medio Rural), A Coruña (Delegación del Gobierno) y Ourense y Lugo (en las subdelegaciones): “Con que consigamos lanzar nuestro mensaje ya será un logro, no hay cifras con las que vayamos a estar descontentos”.

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