Wofco ofrece a la banca asumir hasta 25 millones de deuda por Fandicosta

Las instalaciones de Fandicosta están en un lugar privilegiado para advertir lo que se avecina por el horizonte, tanto si son nubarrones como si es el primer crepitar del sol. En el sentido más literal, con su visión panorámica de la ría, pero lo ha experimentado también en el metafórico: la factoría se ha arrastrado por las sombras y ha vislumbrado rayos de luz en los últimos meses, a veces en un mismo día, tras haber entrado en insolvencia y coqueteado con la desaparición. Pero la repesca de la viguesa Worldwide Fishing Company (Wofco) como postora ofrece hoy una segunda oportunidad de redención a la empresa, que ya quemó un cartucho de resurrección tras el salvaje incendio que la asoló en el año 2016. Ahora no es el veterano Ángel Martínez Varela quien tendrá la oportunidad de liderar esta carrera, sino el equipo que dirigen Alberto Barreiro y Borja Tenorio. Su oferta final al pool de bancos acreedores –son cuatro– ya es oficial: Wofco está dispuesta a asumir una deuda de hasta 25 millones de euros por quedarse con Fandicosta, lo que equivaldría a una quita del 50%.

Ha planteado dos opciones a las entidades financieras. La primera es ese descuento del 50% sobre el pasivo: abonarían los 25 millones de euros de una tacada, antes de la firma de las escrituras, con lo que la compra en sí se formalizaría por un “precio simbólico”. En la segunda la quita rondaría el 30% y el pago inicial sería inferior, aunque Wofco “se haría cargo de pagos en varios préstamos que siguen vivos, con el calendario previsto”, exponen fuentes próximas a las negociaciones. En ambos casos, la ratio de pasivo sobre el Ebitda previsto estaría en un umbral de total viabilidad, con el compromiso para el mantenimiento del empleo. Entre enero y junio del año pasado –no se conocen todavía las cifras consolidadas del ejercicio completo–, la pesquera se anotó un incremento de más del 27% en el resultado antes de impuestos, con 16,7 millones, según las cifras facilitadas a FARO por la propia Wofco. De modo que, de haberlas, las dudas que puedan tener en la banca respecto a las ofertas no serán por la viabilidad de la pretendiente de Fandicosta, sino que pilotarán sobre cuánta deuda está dispuesta a perdonar.

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Las entidades tendrán hasta el día 19 para tomar una decisión, aunque en la propia Fandicosta dan por hecho que habrá “tiras y aflojas”. “En la empresa hay dinero y la banca lo sabe”, defiende su todavía presidente, Martínez Varela, que cifra en 30 millones el saldo disponible “entre clientes y stock”. En tanto no llega el momento final, en la Xunta –titular del 12,15% del capital social– se respira una “satisfacción prudente por el hecho de que se haya materializado una oferta vinculante por parte de Wofco”. “Consideramos –exponen desde la consellería que preside María Jesús Lorenzana– que es un gran paso para avanzar en el proceso de continuidad de Fandicosta, respondiendo a las premisas de mantener la actividad y el empleo”.

El traspaso de la factoría, de producirse finalmente, permitirá preservar buena parte del ecosistema productivo de la industria de elaborados de productos del mar, que ya se verá irremediablemente dañado por el colapso de Atunes y Lomos (Atunlo). De inmediato, Wofco satisfará su ambición de contar con una planta propia de elaborados, en una infraestructura que le reportará además de un muelle y almacén frigorífico. No tendrá que acometer la inversión prevista en los antiguos terrenos de Aucosa, en Redondela, donde ha proyectado la construcción de sus oficinas centrales, con planta industrial y logística de frío. La transacción deberá contar con el visto bueno de la Autoridad Portuaria de Vigo, dado el cambio de propiedad de la concesionaria de terrenos del puerto. La concesión se alargó hasta 2038 con el compromiso de ejecutar una inversión superior a los 9 millones de euros, que corresponderá ahora a los futuros dueños de la fábrica.

Claro que la toma de Fandicosta por parte de Wofco hará que esta última deje de necesitar previsiblemente los servicios de empresas que envasan para ella –como una maquila–, y que están ubicadas en el puerto de O Berbés o en Pontevedra. En el ejercicio fiscal de 2022, la compañía que ahora tiene sede en Teis facturó 330,5 millones de euros con 68.500 toneladas comercializadas.

Otra propuesta

Pero la banca acreedora no ha recibido únicamente una propuesta de compra de Fandicosta. A última hora del jueves se le remitió una oferta por las dos filiales del grupo que también están en preconcurso de acreedores, Casa Botas (especializada en limpieza, fileteado y corte de cefalópodos) y Peixemar (corte y envase a granel de tintorera y pez espada), y forjada entre los propios trabajadores. Un proyecto respaldado por Martínez Varela en calidad de aliado financiero, ya que él no estaría al frente del mismo. Así que sobre la mesa hay opciones de viabilidad para todas las ramificaciones de Grupo Fandicosta, cuando hace apenas un mes –con Wofco retirada de la puja– galopaba hacia la desaparición. Casa Botas, cuyos orígenes se remontan a 1904, tiene además un significado muy singular para Ángel Martínez, toda vez fue fundada por su abuelo y supuso el inicio de una estirpe familiar vinculada al sector durante el último siglo. La deuda financiera de ambas sociedades, a fecha de presentación del preconcurso, ascendía a 22,5 (Peixemar) y 11,25 millones (Botas).

En los estertores de su trayectoria en la compañía, el empresario pone en valor el trabajo desempeñado durante los últimos meses, en los que no hubo atrasos en el pago de los salarios. “Hemos pagado todos los sueldos sin ninguna demora, pagando al contado [aprovisionamientos y servicios, al carecer de líneas de financiación o seguros] y vendiendo a 60 días”. La “solución definitiva”, cree, está cerca. “Los activos y la caja son buenos”.

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